Fortaleza, una de las ciudades más grandes de Brasil, impuso el viernes una cuarentena para frenar la diseminación del nuevo coronavirus.
La ciudad, en el estado de Ceará, es la tercera capital estatal en adoptar medidas más restrictivas de tráfico vehicular y circulación de personas, exceptuando el cumplimiento de servicios esenciales. La policía montó bloqueos en algunas avenidas para controlar el tránsito de vehículos.
Esta semana también lo hicieron São Luís y Belém, en los estados de Maranhão y Pará, respectivamente.
Hasta el momento Fortaleza -con 2,7 millones de habitantes- ha registrado 727 muertos por coronavirus y las autoridades locales proyectaron la víspera unos 4.000 decesos para fines de mayo. Según la alcaldía, en los últimos diez días hubo un aumento relevante en el número de víctimas fatales que condujo a la adopción de medidas más estrictas.
Brasil, con más de 136.500 casos confirmados y más de 9.200 fallecimientos, es el país de Latinoamérica más afectado por el coronavirus.
El presidente Jair Bolsonaro, que ha criticado las medidas de aislamiento adoptadas por gobernadores y alcaldes, concurrió el jueves al Supremo Tribunal junto con empresarios y pidió que se moderen las restricciones para garantizar el funcionamiento de la economía.
El gobierno de México reconoció por la tarde que existe un número indeterminado de fallecimientos sospechosos que podrían engrosar la cifra de muertos por el nuevo coronavirus, que actualmente ronda los 3.000, pero que esos casos primero deben ser analizados.
“Las muertes de personas que padecen COVID no siempre se pueden demostrar”, reconoció el subsecretario de Salud Hugo López-Gatell en un video difundido en Twitter para responder a diversos medios internacionales que apuntan que los casos en México están subregistrados. La principal crítica es que México ha hecho muchas menos pruebas que el resto de países.
López-Gatell argumentó que muchos enfermos llegan al hospital “en un estado de gravedad que no permite oportunamente hacer las pruebas” y aunque podrían hacerse después de la muerte “esto raramente ocurre”.
“Entonces tenemos personas que muy desafortunadamente pierden la vida y han tenido las condiciones clínicas sugerentes de COVID pero no quedan registradas porque no tienen una demostración por laboratorio”, insistió.
Hasta el jueves por la noche México rondaba los 30.000 contagiados oficiales.
En Bolivia, la presidenta interina Jeanine Áñez cambió a dos ministros sin dar explicaciones y destituyó a un alto funcionario acusado de violar la cuarentena. También encargó a sus ministros coordinar las tareas de lucha contra la pandemia en medio de crecientes críticas por la falta de laboratorios, pocas pruebas, escasez de personal y una creciente desobediencia civil al aislamiento que decretó hasta el 10 de mayo.
La víspera, el comité médico que asesora al gobierno dijo que 68 municipios están en “riesgo alto” de una expansión del coronavirus. El director de Epidemiología, Virgilio Prieto, sostuvo que la transmisión se está acelerando. Hasta el viernes el país reportó 1.979 contagios y 102 decesos.
En Ecuador, el ministro de Trabajo, Luis Poveda, reportó 78.598 despidos como consecuencia de la pandemia y la reducción del precio de su principal producto de exportación, el petróleo, que estaba estimado en 51,3 dólares por barril y ahora ronda los 24 dólares.
Horas más tarde, el ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos, reportó 1.704 fallecidos y 1.777 personas que probablemente murieron por el virus, aunque no se les tomó pruebas a tiempo. En el país hay 28.818 contagiados pero 2.463 enfermos recibieron el alta hospitalaria.
Desde Chile se informó que más de cinco de los ocho millones de habitantes del gran Santiago iniciaron una cuarentana obligatoria. La zona tiene la mayor tasa de contagios del país con 25.972 infectados y 294 fallecidos.
El gobierno está preocupado por la recarga sobre el sistema de salud, que implica el incremento de unos 1.240 contagiados diarios en lo que va del mes. La presidenta del Colegio Médico, Izkia Siches, que favorece el encierro obligatorio, afirmó que el aumento, “es un tsunami para la red pública (asistencial)”, y que “se acerca una gran ola” de infectados.
Entre las 12 barriadas que se suman a otras 13 ya en cuarentena figuran las más populosas y pobres de la capital chilena, que tienen dificultades para respetar la medida sanitaria porque centenares de miles viven hacinados y dependen de su trabajo informal diario para comer.
El gobierno dispuso que unos 14.000 militares y policías patrullen las calles y vigilen las empresas responsables de la distribución de alimentos y de los servicios básicos. Quienes infrinjan el toque de queda o las cuarentenas arriesgan multas que van desde los 2.900 a 59.000 dólares y condenas de cárcel entre 61 y 541 días.
Desde el inicio de la pandemia, Chile ha repatriado a unos 40.000 chilenos y el viernes sumó otros 258 repartidos en ciudades de la India, Tailandia, Indonesia, Malasia, Vietnam y Nueva Zelanda. Muchos esperaron más de un mes y recorrieron miles de kilómetros hasta que se reunieron en Singapur, donde abordaron un avión humanitario de la aerolínea LATAM.
Más tarde, desde Colombia, el secretario de Gobierno de Bogotá, Hugo Acero, dijo que por la cuarentena, delitos como el hurto callejero, robo de vehículos, homicidios y lesiones personales han disminuido sustancialmente. “En el caso de robo de automotores, pasó de 297 a 40, mientras que en el hurto la disminución fue del 80% al pasar de 10.046 casos a 2.053 Lesiones personales en abril de 2019 fue de 1.894 y en abril de este año se registraron 531 con una disminución del 72%”, explicó.
En otros temas, durante la jornada se realizaba un maratón virtual de ejercicio, organizado por los dueños de unos 1.700 gimnasios en todo el país, gremio que también ha sido afectado gravemente por el coronavirus y por la cuarentena obligatoria que ha dejado 10.051 contagios y al menos 428 fallecidos.
Horas después, en Venezuela los contagios se elevaron a 378 tras la detección de siete nuevos casos de los cuales tres están relacionados con el brote que se detectó en abril en una academia de béisbol de la Isla de Margarita, y el resto fueron detectados en estados del centro, occidente y sur del país, indicó la vicepresidenta Delcy Rodríguez. El registro de fallecidos se mantiene en 10.
La vicepresidenta dijo que durante la jornada arribó al país un cargamento de insulina proveniente de Rusia como parte de la cooperación que mantienen Caracas y Moscú para hace frente a la pandemia.
En América Latina se han registrado más de 327.000 contagios y más de 17.700 muertos.
El coronavirus ha infectado a más de 3,9 millones de personas y causado la muerte a más de 272.000 en todo el mundo, según el Centro de Ciencias e Ingeniería de Sistemas de la Universidad Johns Hopkins, que basa sus datos en los informes de los gobiernos y las autoridades de salud de cada país.