Varios tiroteos en Chicago dejaron 10 personas muertas y otras 39 heridas en el fin de semana del feriado por el Día de los Caídos más mortífero desde 2015.

Los disparos ocurrieron a pesar de una orden estatal de quedarse en casa destinada a frenar la propagación del coronavirus.

La policía aumentó los patrullajes anticipando que habría un incremento en la violencia, como ocurre casi siempre en los fines de semana largos por el Día de los Caídos en Guerras, el Día de la Independencia y el Día del Trabajo.

Según los datos de los diarios Chicago Tribune y Chicago Sun-Times, hubo tres homicidios más que en el mismo fin de semana largo de 2018 y 2019. Doce personas murieron en este feriado en 2015. Las cifras incluyen tiroteos que ocurren desde el viernes por la tarde hasta la madrugada del martes.

El superintendente de policía, David Brown, tenía previsto hablar el martes sobre las labores durante el fin de semana, que incluyeron la cancelación de reuniones numerosas, las cuales están prohibidas como parte de las medidas de contingencia ordenadas por el gobernador de Illinois, JB Pritzker, para frenar al coronavirus. El Departamento de Policía de Chicago dijo que dos oficiales sufrieron heridas leves cuando intentaban dispersar una reunión grande el domingo por la noche.

La víctima más joven fue un niño de 16 años que fue asesinado a tiros en el vecindario de South Park en Washington Park el sábado.