El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se quitó el cubrebocas durante una conferencia breve con periodistas para demostrar que no se encontraba “grave” de la infección de coronavirus que le fue confirmada este martes 7 de julio.
El anuncio sobre su estado de salud fue confirmado por el propio político de ultraderecha, quien añadió que inició un tratamiento con hidroxicloroquina y azitromicina.
El presidente de 65 años ha asumido una conducta polémica desde el inicio de la pandemia de Covid-19, donde Brasil se posiciona como el segundo país con mayor número de casos confirmados a nivel mundial con un millón 668 mil, porque ha minimizado su gravedad tildándolo incluso de “gripecita”.
Ante los periodistas y previo a que se quitara el cubrebocas pese a estar confirmado como paciente de coronavirus, recalcó que ya era bien sabido que el virus sería contraído por “una parte considerable de la población”, además dijo que de no haberse hecho la prueba, desconocería su diagnóstico.
El presidente brasileño además enfrenta una oleada de pedidos de destitución que ponen en peligro la elección mediante la cual asumió el cargo, mientras sus hijos están bajo investigación por denuncias de corrupción o difusión de ‘fake news’.