El magnate de Estados Unidos, Donald Trump, firmó ayer jueves un decreto destinado a «expandir el acceso de los hispanos a oportunidades educativas y económicas«, en plena campaña para retener en las elecciones de noviembre dos estados clave con amplia presencia de latinos, Florida y Arizona.

«Ustedes son un tesoro, la comunidad hispana estadounidense es un tesoro«, dijo Trump en un acto junto a empresarios y políticos latinos en la Rosaleda de la Casa Blanca.

Un día después de recibir al presidente de México, Andrés López, el mandatario destacó que «la amistad» entre ambas naciones «nunca ha sido mejor«, pero también ensalzó el muro que está construyendo en la frontera común, aunque sin repetir su famosa promesa de que el país vecino asumirá la factura.

Trump firmó un decreto que crea una Comisión de Asesores para la Prosperidad de los Hispanos, que trabajará durante dos años para «abrir caminos para que los estudiantes hispanos accedan a empleos de alta demanda, incluidas pasantías, becas y programas de aprendizaje«, dijo una fuente de la Casa Blanca a la agencia efe.

Los miembros de la comisión asesorarán a Trump sobre cómo fortalecer aquellas instituciones de educación superior que tengan al menos un 25 por ciento de estudiantes latinos y tratarán de crear alianzas con el sector privado para promover nuevas oportunidades educativas, de formación y económicas para los hispanos.

La iniciativa no parece tener, sin embargo, ningún impacto concreto a corto plazo, más allá de suponer un guiño de Trump a los hispanos de cara a los comicios de noviembre.

El mandatario no tardó en dar un tono electoral a su discurso: después de alabar las numerosas contribuciones de los latinos a la economía y el bienestar de Estados Unidos, afirmó: «Ahora, los hispanos están viendo cómo las ciudades que ayudaron a construir (…) están amenazados por un movimiento extremo que quiere romperlo todo«.

Trump defendió que los hispanos están en contra de los clamores para «quitar fondos a la Policía«, enarbolados por el movimiento Black Lives Matter y por algunas voces de la oposición demócrata, aunque el virtual candidato progresista a las elecciones, Joe Biden, no apoya esa idea.

«Los hispanos estadounidenses son patriotas que trabajan duro, que apoyan a nuestra Policía, protegen a nuestras comunidades y creen rotundamente en la ley y el orden«, sentenció Trump.

Trump parece interesado en reforzar sus actividades relacionadas con la búsqueda del voto hispano en noviembre, a juzgar por la combinación de este acto en la Casa Blanca, la reunión con López el miércoles y su plan de visitar este viernes la sede del Comando Sur en Florida para hablar sobre narcotráfico y Venezuela.

Ese interés no proviene de malos datos en las encuestas: al contrario, los sondeos más recientes apuntan a que Biden tiene menos apoyo de los hispanos que la candidata demócrata en 2016, Hillary Clinton y aunque nadie espera que Trump gane el voto latino en noviembre, sí podría superar sus cifras de hace cuatro años.