Aunque disminuyeron un poco esta semana, los incendios generados por las temperaturas récord están devastando el norte de Siberia.
Siberia registra desde enero temperaturas inusualmente altas en algunas zonas, que, junto al bajo nivel de humedad del suelo, han activado nuevos incendios después de los que devastaron la región el verano pasado.
Las temperaturas fueron excepcionalmente altas este mes de junio en la región ártica de Siberia, según los datos mensuales del Servicio de Cambio Climático (C3S), del Sistema europeo Copernicus.
En el conjunto del globo, las temperaturas de junio volvieron a elevarse hasta el nivel récord que ya se marcó en el mismo mes de 2019, informó C3S en un comunicado.
Las temperaturas medias se situaron 5 grados centígrados por encima de los niveles habituales en el conjunto de la Siberia ártica.
Esas mediciones están un grado por encima de lo que se registró en 2018 y 2019, hasta ahora los meses de junio más cálidos registrados en esa zona.
«Descubrir qué ha provocado estas temperaturas récord no es un empeño sencillo, dado que hay una multitud de factores que interactúan los unos con los otros«, afirmó el director del programa Copernicus, Carlo Buontempo.
«Siberia y el círculo polar tienen en general importantes fluctuaciones entre año y año, y han experimentado otros junios relativamente calientes con anterioridad«, indicó.
«Aquello que es más preocupante es que el ártico se está calentando a un ritmo más elevado que el resto del mundo«, recalcó Buontempo, que alertó de que las temperaturas «excepcionalmente elevadas» en Siberia son especialmente preocupantes.
Uno de los factores que los expertos valoran como posible causante del incremento de la temperatura son unos patrones de viento «diferentes«, aunque «relativamente persistentes«.
Los datos del programa europeo indican que la cobertura de nieve y la humedad del suelo alcanzaron niveles mínimos en Siberia durante este junio.
Desde mediados de junio, tanto el número como la intensidad de los incendios ha aumentado en el extremo noreste de Siberia y en menor medida en Alaska, según Copernicus, provocando la emisión de 59 megatoneladas de CO2 a la atmósfera, un récord para este mes desde el inicio de del registro de las medidas en 2003.
Sin embargo, se considera que la mayoría de los focos están demasiado lejos, con un total de 333 mil hectáreas en llamas en zonas donde los esfuerzos de los bomberos han sido interrumpidos.
Esta cifra es muy inferior a la registrada hace una semana por el servicio, con más de dos millones de hectáreas.
Las imágenes de satélite presentadas el sábado muestran que los principales incendios siguen produciéndose en Yakutia (Siberia oriental), que bordea el océano Ártico.
La región declaró el estado de emergencia el 2 de julio debido a los incendios.
La organización de defensa del medio ambiente denuncia la falta de financiación para el servicio encargado del mantenimiento de los bosques, que no puede garantizar una prevención adecuada de los incendios.
Con información de EFE