Más de 963 mil personas presentaron la semana pasada solicitudes del subsidio convencional por desempleo en Estados Unidos, la primera vez en 21 semanas en que la cifra estuvo por debajo del millón de trámites, informó hoy el Departamento de Trabajo.
El promedio de pedidos de la prestación en cuatro semanas, un indicador que compensa los altibajos semanales, estuvo en 1.25 millones, comparado con 1.34 millones de la semana anterior.
Según el informe del gobierno, en la semana que concluyó el 1 de agosto había 15.5 millones de personas que percibían la prestación convencional, comparado con 16.1 millones de la semana anterior.
Durante varios meses, hasta que la pandemia de covid-19 golpeó el mercado laboral de Estados Unidos, el promedio semanal de estas solicitudes se mantuvo en 215 mil trámites y la cifra saltó a 6.8 millones de pedidos en la última semana de marzo.
También en marzo el Congreso aprobó un paquete de «estímulo económico» de 2.2 billones de dólares para hacer frente a la pandemia, que incluyó la creación de un programa federal con un pago semanal de 600 dólares a trabajadores independientes y subcontratistas que no pueden acceder a la prestación tradicional.
Este beneficio, que ha alcanzado al menos a 16 millones de trabajadores, caducó a fin de julio y los demócratas y republicanos en el Congreso no se han puesto de acuerdo sobre una extensión del subsidio, dejando a millones de familias en la incertidumbre.
El sábado pasado, el presidente Trump firmó una serie de decretos, incluido uno que propone un mecanismo por el cual el subsidio federal por desempleo será de 400 dólares semanales, con 300 dólares aportados por el gobierno en Washington para los estados que contribuyan con 100 dólares y pidan incorporarse al programa.
La recuperación del mercado laboral se moderó en Estados Unidos en julio con el descenso del índice de desempleo del 11.1 por ciento el mes previo al 10.2%, mientras que se generaron 1.8 millones de empleos en medio de la persistente pandemia del coronavirus, según informó la semana pasada la Oficina de Estadísticas Laborales.
La modesta mejoría refleja la gradual reapertura de la economía estadounidense, golpeada por la pandemia de covid-19.