Una niña de Zacatecas, apenas entrando en la adolescencia, festejaría su cumpleaños el primer fin de semana de abril. Lo fue a pasar a casa de unos familiares en el municipio de Guadalupe y estuvo recibiendo visitas de amigos. Un conocido unos años mayor, de 16, le dijo que tenía un regalo y fue a buscarla cuando ya era noche.

Lo que debió ser una celebración, terminó en un día de pesadilla en un Ministerio Público, donde ella pasó horas denunciando que él la había lesionado y violado sexualmente de varias formas.

Este jueves sería el juicio, programado apenas tres días antes, para dictar sentencia o dejar libre al presunto agresor; esta segunda opción era el mayor temor de la familia y su abogada, Mara Muñoz, que ha denunciado diversas irregularidades en la investigación y procesamiento del caso.

Ante la solicitud de un amparo, un juez federal concedió una suspensión provisional del juicio, que tendrá que resolverse antes del 21 de septiembre, porque la ley marca que un adolescente no puede pasar más de cinco meses detenido sin sentencia.

Todo empezó cuando el chico pasó por ella en un coche y le dio de beber alcohol hasta hacerla perder la conciencia. Entonces se la llevó a otra parte, la sometió y penetró por distintas vías. Sus familiares habían tratado de llamarla, pero no contestaba, hasta que por fin vieron el coche volver, ya de madrugada, con ella pidiendo auxilio.

Retuvieron al presunto agresor hasta que llegó una patrulla: como el acto violento todavía estaba en curso en ese momento, explicó Muñoz en entrevista, se considera legalmente que fue una detención en flagrancia.