Irán y las cinco potencias aún en el acuerdo nuclear de 2015 analizarán mañana en Viena el estado de un pacto agrietado por la decisión de EEUU de abandonarlo hace dos años y por los posteriores incumplimientos iraníes, justo cuando Teherán acaba de anunciar más transparencia sobre su programa atómico.

Altos cargos de Irán, Alemania, Francia, Reino Unido, Rusia y China se reúnen en Viena en la Comisión Conjunta creada para verificar el cumplimiento del JCPOA, el acuerdo por el que Irán aceptó, tras duras negociaciones, limitar su programa atómico para no poder desarrollar armas nucleares a corto plazo.

Medios iraníes han anunciado que el viceministro de Exteriores, Abbas Araghchi, representará a su país en la reunión, que estará presidida por Helga Schmid, secretaria general del Servicio Exterior de la Unión Europea.

Este encuentro, el primero en cinco meses, tiene lugar en un delicado momento para el acuerdo, que lleva tiempo al borde de la quiebra y sostenido, en gran parte, por los esfuerzos de Alemania, Francia y Reino Unido, y la Unión Europea en su conjunto.

Estados Unidos sigue presionando para reactivar todas las sanciones económicas internacionales que fueron levantándose para recompensar a Irán por avenirse a limitar sus actividades nucleares.

La falta de consenso en el Consejo de Seguridad de la ONU ha bloqueado el intento de Washington de reimponer las sanciones argumentando que, aunque abandonó el acuerdo en 2018, aún es signatario y puede activar un mecanismo previsto en el JCPOA en caso de incumplimiento iraní.

Al mismo tiempo, Irán anunció el pasado miércoles que permitirá a los inspectores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) el acceso a dos instalaciones donde se cree que se desarrollaron hace quince años experimentos nucleares secretos, posiblemente militares.

El OIEA, el organismo de la ONU al que se encargo verificar que Irán cumple sus compromisos, venía hace tiempo pidiendo ese acceso y reclamando más colaboración y transparencia por parte de Irán, que comenzó hace un año a incumplir el acuerdo y reactivar su programa atómico.

Por su parte, pese a reclamar a Irán que dé marcha atrás en sus violaciones, la UE insiste en mantener vivo el pacto, y ha desarrollado un mecanismo económico para compensar en parte las sanciones económicas de EEUU, que apuntan sobre todo al vital sector petrolero iraní.