Un grupo de científicos descubrió que la enzima llamada IL4I1 promueve la movilidad de las células cancerígenas y disminuye las defensas el sistema inmune, lo que significa que es un blanco directo que puede llegar a utilizarse para atacar el cáncer.
El bioquímico costarricense Luis Felipe Somarribas, uno de los investigadores que participó en el proyecto del Centro Alemán de Investigación en Cáncer, explicó en una entrevista con EFE que inhibir o bloquear la IL4I1 (Interleucina 4 inducida 1) podría abrir nuevas oportunidades para la terapia del cáncer.
«Vimos que esta enzima promueve dos propiedades del cáncer: Una es la capacidad de movilidad de las células cancerígenas, asociados al proceso de metástasis, y la otra es la evasión del sistema inmune, es decir, si las células del sistema inmune sienten un problema genético, lo destruye, pero la enzima disminuye las defensas del sistema inmune y evita que el sistema inmune pueda atacar al tumor«, manifestó el bioquímico.
Somarribas es docente e investigador en el Departamento de Bioquímica de la Escuela de Medicina de la Universidad de Costa Rica (UCR) y tiene un doctorado en Ciencias, de la Universidad de Heidelberg (Alemania), en el cual enfocó su trabajo final de graduación en este proyecto contra el cáncer.
El bioquímico, comparte la primer autoría del artículo científico con los expertos Ahmed Sadik, Selcen Öztürk y Soumya Mohapatra, liderados por Christiane A. Opitz. Sin embargo, en total participaron una treintena de investigadores de Egipto, Turquía, India y Alemania.
INVESTIGACIÓN
Para el análisis, publicado en la revista científica Cell, se utilizó la base de datos de El Atlas del Genoma del Cáncer que tiene información genética de 32 tipos de tumores. En ella se pudo observar que la enzima IL4I1 está presente en 27 de esas 32 entidades tumorales, lo que podría significar que está estimulando que el cáncer se desarrolle y se mantenga.
«El estudio nos permitió observar que esta enzima expresada en 27 tipos de tumores causa esas dos acciones, pero además, el mecanismo es que esta enzima degrada y consume al nutriente aminoácido triptófano (esencial en la nutrición humana), eso va rompiendo parte esa molécula y genera varios productos para facilitar la movilidad y disminuir la defensa antitumoral que provee normalmente nuestro sistema inmune», afirmó.
La importancia del descubrimiento es que una vez identificada la enzima IL4I1 y estudiado lo que esta provoca, los expertos pueden buscar bloquearla, para evitar que siga promoviendo la movilidad de las células cancerígenas y disminuyendo las defensas el sistema inmune.
«Ahorita el grupo de trabajo está enfocado en eso: En el desarrollo de un fármaco que bloquee la actividad de esta enzima. Este bloqueo es lo que hacen muchos fármacos actualmente, como por ejemplo la aspirina bloquea la enzima que promueve el dolor que sentimos, entonces ya sabemos que esta enzima promueve el cáncer y la idea es detener a la enzima», dijo Somarribas.
Pero ese proceso no es sencillo, primero se debe buscar y evaluar los fármacos existentes que puedan tener una actividad que inhiban esta enzima. Además, se deben realizar pruebas in vitro, donde se aísle a la enzima, se aplique el fármaco y se analice ya sea el consumo del triptófano o la formación de los productos que esta enzima genera.
NUEVAS VÍAS DE TERAPIA
Durante el proyecto, los investigadores también identificaron que la enzima es un punto de control inmunitario, que lo que hace es que las células de cáncer usan ese punto y evaden al sistema inmune y disminuyen las defensas.
En la actualidad, algunos pacientes con cáncer utilizan la inmunoterapia, con el objetivo de fortalecer al sistema inmune para que las defensas puedan atacar al tumor y han tenido resultados bastante prometedores ya que incrementaron la vida de las personas.
Sin embargo, Somarribas explicó que también vieron «que estas terapias estimulan o promueven que se incrementen los niveles de esta enzima, entonces esto se convierte en un mecanismo de defensa que tiene el tumor para defenderse contra esta inmunoterapia«.
Por lo tanto, en algunas personas que no se han visto favorecidas con este tipo de terapia existe la posibilidad de que la enzima IL4I1, descubierta en esta investigación, estuviera afectando la respuesta del organismo y el bloqueo de IL4I1 podría abrir nuevas vías para la terapia del cáncer.
Para el bioquímico costarricense este es un gran hallazgo, pero se deben tomar en cuenta los altos niveles de esa enzima en el organismo de cada persona y evaluar a cada paciente de forma individual ya que «lastimosamente el cáncer es tan complejo que se puede bloquear una vía, pero pueden haber otras».