Un importante grupo de líderes internacionales se comprometió este lunes a tomar más medidas de forma urgente para proteger el planeta, en respuesta a la rápida pérdida de biodiversidad que se está viviendo y a los efectos de la crisis climática.

La iniciativa, anunciada en un foro paralelo a la Asamblea General de la ONU, incluye promesas para reducir la contaminación de todo tipo, acabar con el desecho de plásticos en los océanos, perseguir con más dureza los crímenes medioambientales o dar pasos más ambiciosos en el marco del Acuerdo de París sobre Clima.

En total, sellaron este lunes el compromiso líderes de más de 60 países, que representan a 1.400 millones de personas y un cuarto del Producto Interior Bruto (PIB) mundial.

Entre los firmantes figuran grandes potencias económicas como el Reino Unido, Alemania, Francia y la Unión Europea en su conjunto, países con ecosistemas amenazados e importantes industrias petroleras como Canadá y Noruega o naciones asiáticas con grandes poblaciones como Pakistán y Bangladesh.

También respaldaron la promesa el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, y numerosos líderes latinoamericanos, entre ellos los presidentes de Bolivia, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay y Perú.

Entre las ausencias destacan las de Estados Unidos y China -las dos grandes potencias económicas y los mayores emisores de gases de efecto invernadero-, la de un país como Brasil, considerado clave para la protección de la biodiversidad, y la de otros gigantes como Rusia e India.

EMERGENCIA PLANETARIA

«Estamos en un estado de emergencia planetaria: las crisis interdependientes de pérdida de biodiversidad y degradación de los ecosistemas y el cambio climático -creadas en buena medida por una producción y un consumo insostenibles- requieren acciones globales urgentes e inmediatas», señala el texto presentado este lunes.

Ante esa situación, los líderes se comprometen con un plan de diez puntos que tiene como objetivo central situar a la naturaleza y la biodiversidad en camino a la recuperación para 2030.

En él, aseguran que sus planes de recuperación de la pandemia y la crisis económica que ha generado tendrán la «biodiversidad, el clima y el medio ambiente» como elementos clave, con una respuesta «verde» y «justa».

Según un informe publicado este mes por la ONU, la humanidad solo tiene unos pocos años para evitar que se produzca la sexta extinción masiva de especies que el planeta ha sufrido en su historia, esta vez causada por la acción del hombre.

El estudio mostró que únicamente se han conseguido completar siete de los 60 criterios en materia de protección de la biodiversidad establecidos a nivel internacional en 2010.

PACTO SOBRE BIODIVERSIDAD

La ONU tiene previsto reunir el próximo año en China su Conferencia sobre Biodiversidad, con el objetivo de desarrollar un gran pacto global, al estilo del Acuerdo de París sobre clima y esta semana tratará de dar impulso a esa idea con un cumbre virtual en la que se espera la participación de decenas de líderes internacionales.

Los mandatarios que participaron en la cita de este lunes, sin embargo, han querido adelantarse para dejar claro desde el primer momento su ambición y dar su apoyo a la idea de proteger para el año 2030 un 30 % del planeta, una propuesta lanzada el pasado año por un grupo de países liderados por Costa Rica y Francia.

«Debemos actuar ahora mismo. No podemos permitirnos titubear o retrasar porque la pérdida de biodiversidad está ocurriendo hoy y está ocurriendo a un ritmo aterrador», señaló el primer ministro británico, Boris Johnson, durante el acto virtual en el que se lanzó la iniciativa y donde anunció que su país ampliará varias zonas protegidas.

La ministra de Transición Ecológica de España, Teresa Ribera, apuntó en un mensaje en video que el país es un «punto caliente» en materia de biodiversidad, tanto por su riqueza como por su vulnerabilidad, y expresó el compromiso de tener un 30 % de su superficie terrestre y marina protegida para 2030.

El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, insistió por su parte en la necesidad de convencer a más países -especialmente a los más grandes- para que se sumen a este objetivo, lamentando que Canadá sea el único Estado entre los diez mayores por territorio que participa en la iniciativa.