Sin constancia ni sentido del humor, el actor estadounidense Viggo Mortensen no habría triunfado en el séptimo arte. Así lo confesó este domingo en el Festival de cine Lumière de Lyon (Francia), donde admitió que para abrirse paso en esa industria «hay que ser testarudo».
El intérprete de películas como «Green Book» o la trilogía de «Lord of the Rings» contó que, cuando se instaló en Nueva York a comienzos de los años 80, se presentó sin éxito a «unos 25 o 26 castings» para hacer películas.
En la mayoría llegaba a formar parte de los dos o tres finalistas y me decía: ya está, lo voy a conseguir. Y nada, me acababan ofreciendo papeles menores. Pero me presentaba pensando que si no funcionaba no pasaba nada'», afirmó Mortensen.
Hay que ser testarudo y no perder el sentido del humor. Si realmente quieres hacerlo lo conseguirás», añadió, dirigiéndose a las 200 personas que acudieron a la cita con el actor en el lionés cine Odeón.
- Además de los frustrantes castings también recordó con grandes dosis de humor varias películas en las que rodó escenas que no formaron parte del montaje final al ser cortadas en la edición: «The Purple Rose of Cairo» (1985), de Woody Allen, y «Swing Shift» (1984), de Jonathan Demme.