Un total de 183 hondureños indocumentados fueron deportados este jueves a la nación centroamericana desde México tras entrar irregularmente al país azteca y en medio de la pandemia por el coronavirus.
Implementando en el CAMR Omoa los protocolos de bioseguridad, hoy recibimos 5 buses con migrantes retornados desde MX. Migrar de manera irregular solo te lleva arriesgarte a una ruta de dolor, luto y muerte. No se expongan uds ni sus familias. Dios con 🇭🇳 @CancilleriaHN pic.twitter.com/9vDk1E9nXi
— NJ (@NellyJerez_) October 22, 2020
Así lo informó hoy la vicecanciller hondureña para Asuntos Consulares y Migratorios, Nelly Jerez, quien indicó que los retornos desde México serán «masivos» a partir de esta semana, cuando se comenzará a recibir un promedio de mil hondureños deportados.
El retorno al país es lo único seguro que tienen nuestros compatriotas cuando migran de forma irregular; actualmente, tanto México como Guatemala han redoblado sus cordones de seguridad, por lo que llegar a la frontera de Estados Unidos cada vez es más difícil”, subrayó.
Los hondureños arribaron al país en cinco autobuses desde la ciudad mexicana de Tapachula, en el suroriental estado de Chiapas, y fueron recibidos en el Centro de Atención al Migrante Retornado (CAMR), en el municipio de Omoa, en el Caribe del país, donde realizaron el registro migratorio, según la Casa Presidencial.
Además, recibieron atención médica, alimentos, un kit de higiene y fueron entrevistados para incluirlos en programas sociales y de generación de empleo y oportunidades, señaló Jerez.
Entre los retornados figuran 39 menores de edad, algunos de ellos no acompañados, quienes fueron remitidos al Centro de Atención para la Niñez y Familia Migrantes Belén, en San Pedro Sula, norte del país, según la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (Dinaf).
Los niños y otras 41 personas de unidades familiares (padres que viajaron con sus hijos) recibieron una «atención diferenciada con altos niveles de especialización y profesionalismo en todos los procesos que involucran el bienestar de la niñez y adolescencia», añadió la vicecanciller hondureña.
Nuestro llamado a los padres de familia es que no se dejen engañar; los menores no significan un pasaporte de ingreso a los Estados Unidos, no expongan a sus hijos a los peligros de esta ruta, que en muchos casos ha significado la muerte para nuestros compatriotas”, enfatizó.