Rusia comenzó hoy a enviar fuerzas pacificadoras a Nagorno Karabaj para garantizar el acuerdo de paz firmado entre Azerbaiyán y Armenia que pon fin a una guerra por ese enclave que ha durado 44 días y que ha causado la muerte de centenares de civiles y militares en ambos bandos.

«Lo que ha ocurrido en Nagorno Karabaj es realmente una gran tragedia. Quiero, no obstante, destacar con satisfacción los compromisos alcanzados y el acuerdo sobre el cese de hostilidades», declaró este martes el presidente de Rusia, Vladímir Putin, durante la cumbre de los países de la Organización de Cooperación de Shanghái.

El mandatario, que facilitó el acuerdo entre el líder de Armenia, Nikol Pashinián, y el presidente azerbaiyano, Ilham Alíev, anunciado de madrugada, confió en que los nueve puntos del pacto permitan alcanzar «una paz duradera» en la región.

LAS TROPAS DE PACIFICACIÓN RUSAS, DE CAMINO A KARABAJ

En virtud del acuerdo, Rusia comenzó a primera hora de la mañana a enviar a 1.960 militares, 90 vehículos armados y 380 automóviles y equipamiento especial al Karabaj.

Uno tras uno salieron los aviones de transporte militar Il-76 del aeropuerto de Uliánovsk, a orillas del Volga.

Según el Ministerio de Defensa ruso, al enclave, disputado por Ereván y Bakú desde 1988 y escenario de una nueva guerra durante las últimas seis semanas, serán enviados más de 20 aviones.

Los miembros del mando de las fuerzas pacificadoras llegó este mismo martes a la base aérea de Erebuni, en Ereván.

Pese a celebrar hoy la victoria, en Bakú hubo ciudadanos que no veían con buenos ojos este martes que sean soldados rusos los que velen por la paz en el Karabaj.

«A mí no me parece bien que sean tropas rusas las que entran en la región. Eso podría «congelar» el conflicto», dijo a Efe en la capital azerbaiyana un ciudadano, Sabir Mirzóev, quien sostuvo que los casos de Transnistria, Osetia del Sur y Abjasia confirman sus palabras.

Alíev había señalado, además, que también Turquía, que ha apoyado a Bakú en el conflicto armado, participará junto a Rusia en la tarea del mantenimiento de la paz, pero el Kremlin lo desmintió.

NO HABRÁ SOLDADOS TURCOS EN LA MISIÓN DE PAZ

«No hay ni una sola palabra sobre esto en la declaración» de paz firmada. «Las partes no lo acordaron», sostuvo el portavoz de Putin, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa diaria.

Lo que sí se abordó es la posible apertura de un centro de monitoreo conjunto con la participación de Turquía en territorio azerbaiyano -fuera de Nagorno Karabaj-, si bien eso sería parte de un acuerdo adicional más adelante, explicó el secretario de prensa.

El acuerdo, forjado por Rusia sin la asistencia de Francia y Estados Unidos, los otros dos copresidentes del Grupo de Minsk para el arreglo del conflicto, «es una victoria para los ciudadanos de ambos países, porque la guerra ha terminado», sostuvo el portavoz del Kremlin, que no quiso hablar de vencedores y perdedores.

El acuerdo no habla del estatus del Karabaj. «Partimos de las normas del Derecho Internacional, en primer lugar las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y otros documentos», que establecen que el territorio es azerbaiyano, explicó Peskov.

LAS CONDICIONES DEL TRATO

Armenia pierde el control sobre los siete distritos azerbaiyanos adyacentes a Nagorno Karabaj y también la segunda ciudad del enclave, Shushá -o Shushi para los armenios-, que se encuentra a solo 11 kilómetros de la capital, Stepanakert -o Jankendi para los azerbaiyanos.

Parte de estos territorios ya se encontraban en el poder de Azerbaiyán como resultado de la guerra y los otros -Agdam, Lachín y Kalbajar- se le entregarán en los próximos días, según el acuerdo.

Además, Armenia se compromete a organizar la comunicación por un corredor entre Azerbaiyán y su República Autónoma de Najicheván.

Al mismo tiempo, el pacto prevé que Ereván conserve la comunicación con Nagorno Karabaj por el corredor de Lachín, que unirá a Armenia con Stepenakert.

Las fuerzas pacificadoras rusas se desplegarán por un plazo de 5 años, con la prolongación automática por otro lustro, si las partes no expresan el deseo de denunciar ese artículo.

UNOS 5.000 MUERTOS EN AMBOS BANDOS

Según los cálculos de Putin de finales de octubre, la nueva guerra se había cobrado 5.000 vidas desde que estallara el 27 de septiembre.

Las autoridades karabajíes reconocieron este martes el fallecimiento de 1.302 militares armenios, mientras que Bakú continuaba manteniendo en secreto sus bajas militares y cifraba en casi cien a los civiles fallecidos.

El acuerdo, alcanzado entre Bakú y Ereván con la mediación de Rusia y que prevé la retirada de las fuerzas armenias de gran parte de los territorios que ocupó durante la guerra con Azerbaiyán en la década de 1990, ha provocado reacciones encontradas.