El presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, se reunió este domingo en privado con sus funcionarios y miembros de la sociedad civil en medio de la crisis política que agobia al país tras la quema el sábado del Congreso y una masiva manifestación en su contra.

Los detalles específicos sobre los encuentros del mandatario no fueron divulgados pese a la insistencia de periodistas a la oficina de comunicación de la presidencia de Giammattei, cuyo Gobierno se encuentra en vilo desde el viernes cuando su vicepresidente, Guillermo Castillo, le instó a que renunciaran en conjunto para «oxigenar» al país.

«En los últimos días, el mandatario ha sostenido reuniones de esa naturaleza», indicó en un breve mensaje a periodistas la portavoz de la presidencia, Francis Masek.

Giammattei compareció públicamente por última vez el viernes por la tarde y desde entonces solo se ha referido a los incidentes del sábado en un mensaje en redes sociales en el que indicó que «se tiene el derecho de manifestar conforme la ley» pero «tampoco podremos permitir que se vandalice con la propiedad pública o privada».

La quema parcial del Congreso se registró en el marco de una masiva convocatoria para manifestarse el sábado en contra del presidente guatemalteco, y el mismo Congreso, tras la aprobación el pasado miércoles del presupuesto del Estado para 2021.

Dicho presupuesto, aprobado por 115 de los 160 legisladores bajo estrictas medidas de seguridad con cierre de varias calles a la redonda, ha sido descrito como «opaco» por expertos tras avalarse de madrugada, sin que todos los legisladores tuvieran acceso al mismo y con amplias reducciones para temas sanitarios y de derechos humanos.

SUPUESTOS «INFILTRADOS»

Al mediodía de este domingo, el diputado de oposición Orlando Blanco dijo que sospecha que existieron «infiltrados», probablemente pandilleros, en las manifestaciones del sábado en contra del Gobierno y que podrían estar involucrados en la quema del Congreso.

Blanco indicó además que es posible la participación en el incendio de «personal interno» del mismo Parlamento guatemalteco, ubicado en el centro de la capital del país.

«Nosotros conocemos el Congreso. Este hecho no se habría perpetrado sin la participación de personal interno del Congreso», argumentó Blanco, de la agrupación política Unidad Nacional de la Esperanza (UNE).

Las palabras del legislador se registraron en rueda de prensa dentro del mismo Congreso guatemalteco, que fue quemado por supuestos manifestantes encapuchados en la tarde del sábado con daños en un 15 ó 20 % de sus instalaciones, aunque el Ministerio Público aún analiza los daños y examina los escombros.

«La información que nosotros tenemos es que los actos perpetrados el día de ayer iniciaron por una serie de jóvenes que fueron infiltrados. Estos jóvenes pertenecen a las denominadas ‘maras’ (pandillas)», subrayó el diputado.

«Y estamos indagando si también hay miembros de fuerzas de seguridad que se hubieran prestado a esta situación», añadió Blanco.

El vicepresidente guatemalteco, Guillermo Castillo, ya había expresado a primera hora del domingo sus sospechas por la manera en que fue incendiada una parte del Congreso por parte de supuestos manifestantes.

«Genera dudas la quema del Congreso y lo sucedido a su alrededor», puntualizó el abogado y empresario, de 54 años en un mensaje en redes sociales.

Castillo le pidió el viernes a Giammattei en rueda de prensa que renunciaran en conjunto para «oxigenar» Guatemala ya que «el país no se encuentra bien», desatando así una crisis política para el gobernante que se agravó con las protestas del sábado.

LOS INCIDENTES

La manifestación del sábado estaba convocada para un par de horas después del mediodía frente al Palacio Nacional de la Cultura, sede del Gobierno ubicada en el centro de la Ciudad de Guatemala.

Sin embargo, minutos antes, a aproximadamente un kilómetro de distancia, en el Congreso, cientos de encapuchados tomaron las instalaciones del Parlamento y les prendieron fuego a varias oficinas hasta ser desalojados por fuerzas de seguridad y cuerpos de bomberos, que apagaron el incendio.

Las fuerzas de seguridad detuvieron a más de 30 personas horas después en distintos enfrentamientos con la policía, según confirmaron tanto el Organismo Judicial como el Ministerio de Gobernación (Interior).

Sin embargo, al menos nueve han salido ya en libertad después de que las autoridades no pudieran sustentar los cargos en contra de los detenidos. Al ser consultados por periodistas desde Torre de Tribunales si volverían a manifestarse, la mayoría de los capturados por la policía respondió afirmativamente a gritos.