Emilio Zebadúa, uno de los más cercanos colaboradores de Rosario Robles, señala que durante sus gestiones en las secretarías de Desarrollo Social (Sedesol) y de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), se reunía con sus colaboradores para trazar la estrategia de desvíos de la ahora llamada Estafa Maestra.

La declaración de Zebadúa ante la FGR, citada por El Universal, indica que Robles tenía en el exjefe de oficina de Sedesol, Ramón Sosamontes Herreramoro, a su encargado de contactar a los rectores de las universidades públicas a través de las cuales se realizaban subcontrataciones para desviar recursos.

Sosamontes Herreramoro, según Zebadúa González, organizaba comidas y reuniones para abordar con rectores o directivos de universidades y organismos los contratos posibles con Sedesol y Sedatu, además les indicaba a qué empresas y por qué montos debían subcontratar.

Dichas negociaciones marcaban la ruta del dinero que se iba a seguir, así como los tiempos de entrega, generalmente se definían de acuerdo a las necesidades de la agenda de la secretaria Robles Berlanga para poder cumplir con las necesidades de las actividades político-electorales y proselitistas”, acusó.

El dinero que recibían las empresas era retirado en efectivo y trasladado a las oficinas de Rosario Robles o de Ramón Sosamontes para ser utilizado con fines de política propagandística y actos proselitistas.

Una vez que se habían establecido todos los procedimientos, porcentajes y ruta del dinero, es que se le avisaba a la secretaria sobre los resultados de las reuniones, si se aprobaba era cuando se citaban a las partes, se elaboraban todos los convenios y/o contratos y se procedía a la firma de éstos.

Ya que se definían y marcaban los tiempos de los contratos y/o convenios, se realizaban reuniones privadas con operadores fiscales de empresas fachada, las cuales prestaban el servicio de ser subcontratadas por parte de las universidades y a través de estrategias fiscales sacaban el dinero en efectivo y entregaban dichos recursos en puntos clave que se establecían generalmente en las distintas oficinas que tuvo la secretaria Robles Berlanga”, indicó.

Zebadúa calculó en un 40 por ciento porcentaje aproximado de cada contrato o convenio que se subcontrataba con las empresas, para regresarlo a desviadores y destinarlo a fines de proselitismo.

Con esta declaración, Zebadúa González busca que la FGR le aplique un criterio de oportunidad para convertirse en testigo colaborador y evitar cualquier acción penal en su contra.

Por ello, acusó directamente a Robles Berlanga de utilizar los mecanismos de contratación y subcontratación de la Sedesol y de la Sedatu para fines distintos a los de las dependencias.