El ministro de Migración griego, Notis Mitarakis, acusó este martes a Turquía de promover con ayuda de traficantes y algunas ONG la entrada ilegal a Grecia de migrantes económicos, especialmente africanos, ayudándoles incluso en origen a emprender el viaje hacia Europa.

En una rueda de prensa, Mitarakis afirmó que actualmente hay entre 2.000 y 3.000 africanos en varios puntos de la costa occidental de Turquía esperando a embarcarse hacia alguna isla griega.

Según Mitarakis, en noviembre llegaron a la isla griega de Lesbos 214 migrantes, de los que 142 procedían de Somalia.

«Nosotros no tenemos frontera con Somalia», son personas que llegan a Grecia, es decir a Europa, con la ayuda de bandas de traficantes e incluso de ONG, en una operación en la que Turquía como mínimo «hace la vista gorda» y que fomenta el «efecto llamada», señaló el ministro.

De acuerdo a testimonios recabados por las autoridades griegas de algunos de los llegados a su país, estas personas vuelan desde Mogadiscio a Estambul con billetes pagados por ONG o a un precio muy inferior al que desembolsa un pasajero normal -según Mitarakis, 100 euros en lugar de 1.000-.

Para llegar legalmente a Turquía obtienen certificados sanitarios en el hospital Erdogan de Mogadiscio o les dan certificados universitarios que les permite solicitar un visado de estudios, todo por unos 1.500 euros por persona, aseguró Mitarakis.

Una vez en Estambul se les traslada a casas donde esperan hasta que bandas de traficantes los trasladan en camiones hasta la costa.

Según el ministro griego, quien mostró varias grabaciones con testimonios de africanos, sin aclarar dónde y en qué circunstancias se produjeron, hay varias ONG que se ponen en contacto con estos migrantes y les piden que hagan vídeos y fotos y que ellos ya se encargarán de hacer llegar el material a organizaciones internacionales.

En una de las grabaciones mostradas se puede ver cómo un hombre explica que se trata de la ONG Aegean Boat Report -una organización que monitorea el movimiento en el Egeo-.

Según sus declaraciones, antes de partir de la costa turca esta ONG se puso en contacto con ellos y les dijo que sacaran imágenes de su travesía y que entonces «no nos pasaría nada, porque ellos ya se encargarían de hacérselas llegar a Acnur» (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados).

Mitarakis acusó a Turquía de violar el acuerdo de migración firmado con la Unión Europea (UE) en 2016 que, entre otras medidas, contempla que debe evitar el cruce ilegal de migrantes a Grecia.

En lugar de ello, sostuvo el ministro, alientan a los migrantes económicos a cruzar hacia Grecia o al menos «hacen la vista gorda».

Al mismo tiempo, dijo, se niegan a aceptar devoluciones de personas a las que se les ha denegado el asilo.

En uno de los citados vídeos un africano afirma que en Estambul la Policía detiene a afganos y sirios, pero no a los somalís, y en caso de hacerlo «los sueltan inmediatamente».

«Estas personas no escapan de zonas en guerra, reciben visados de estudiantes y entran a Turquía sin controles meticulosos», recalcó el ministro.

Además culpó a los guardacostas turcos de alentar a botes con migrantes que se encuentran en aguas turcas a continuar hacia Grecia, so pena del peligro de muerte que corren.

Citó como ejemplo el naufragio de una embarcación con 34 personas el pasado 2 de diciembre, en la que la guardia costera turca que había estado observando el bote inflable tan solo avisó a los guardacostas helenos una vez que había alcanzado aguas griegas.

El resultado fue que el bote volcó y dos mujeres perdieron la vida, añadió.

Las acusaciones contra Turquía se producen en un momento en que Grecia está bajo el microscopio de varias organizaciones internacionales precisamente por prácticas similares, las supuestas devoluciones ilegales de botes de migrantes hacia Turquía, algo que Mitarakis volvió hoy a negar.