Alexander Sasha Kagansky, un científico ruso que estaba trabajando en una vacuna contra el coronavirus, murió tras ser apuñalado y ser arrojado del piso 14 de un edificio de la ciudad de San Petersburgo.

El gobierno ruso investiga la muerte de Kagansky, quien según el diario New York Post, estaba en ropa interior.

El rotativo estadounidense, citando a su vez al Moskovsky Komsomolets, reportó que el hecho sucedió el domingo y que el posible responsable del asesinato se encontraba bajo arresto.

El sospechoso había sido identificado como Igor Ivanov, un antiguo compañero de clases de Kagansky y exempleado de un periódico local. Se reportó que el presunto homicida visitó al científico el día de su cumpleaños.

Sin embargo, Ivanov negó haber agredido a Kagansky y afirmó que el científico se había herido a sí mismo. Luego de que el sospechoso fue sometido a una prueba de detector de mentiras, salió libre tras pasar 48 horas bajo arresto.

Kagansky fue investigador del Instituto Nacional del Cáncer con sede en Maryland y la Universidad de Edimburgo. Se encontraba trabajando recientemente en una vacuna contra el covid-19 en Escocia y sus trabajos se publicaban regularmente en las principales revistas científicas mundiales.