El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, cumple una semana infectado de la covid-19 y con su estado de salud manejado entre opacidad y vacíos por el Gobierno del tercer país del mundo con mayor cantidad de muertos por la pandemia.

El Gobierno no ha manejado de manera correcta la información de la salud del presidente y de manera innecesaria generó rumores e incertidumbre», expresa a Efe el consultor político Edgar Ortiz Arellano, profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

PACIENTE ‘PRIVADO’

Tras revelar su contagio el domingo pasado, López Obrador subió una foto el lunes tras conversar con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, para acceder a la vacuna Sputnik V.

El subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, encargado de gestionar la pandemia en México, expresó ese día que el Gobierno no revelaría «ningún dato clínico» a «lo largo del periodo de recuperación del presidente» porque es «materia de su privacidad».

  • El silencio del líder izquierdista, quien suele controlar la agenda mediática con sus ruedas de prensa «mañaneras» y mensajes en redes sociales, levantó teorías de conspiración sobre la veracidad de su enfermedad y preocupación sobre su estado de salud.