El secretario general de la ONU, António Guterres, exigió este viernes la liberación inmediata y sin condiciones de las 317 alumnas de una escuela pública del noroeste de Nigeria secuestradas la pasada madrugada.
Guterres, a través de su portavoz, condenó el secuestro ocurrido en la Escuela de Secundaria de Ciencias del Gobierno en la ciudad de Jangebe, en el estado noroccidental de Zamfara, después de que hombres armados atacaran el centro.
«Las escuelas deben ser siempre un lugar seguro para aprender sin miedo a la violencia», señaló el portavoz, Stéphane Dujarric, durante su conferencia de prensa diaria.
Unicef, la agencia de la ONU para la infancia, denunció también el suceso, que se suma a una larga lista de secuestros parecidos en escuelas nigerianas durante los últimos años.
«Estamos enojados y tristes por otro brutal ataque contra alumnos en Nigeria», señaló en un comunicado Peter Hawkins, representante de Unicef en el país.
«Esta es una grave violación de los derechos de los niños y una experiencia horrible para ellos, que puede tener efectos duraderos en su salud mental y bienestar», añadió Hawkins, que reclamó su liberación inmediata y pidió al Gobierno que tome medidas para garantizar la seguridad en las escuelas.
El suceso de Zamfara ocurrió nueve días después del rapto a manos de hombres armados de 28 estudiantes y varios profesores de la Escuela de Ciencias del Gobierno en Kagara, en el occidental estado de Níger, que además estaba custodiada por guardias de seguridad.
El pasado 11 de diciembre, 344 alumnos fueron también secuestrados de una escuela en Kankara, en el estado de Katsina (noroeste), cuya autoría fue reclamada por el grupo yihadista Boko Haram, que hasta entonces se limitaba a atacar en el noreste del país, si bien las autoridades culparon a bandidos.