Al menos siete militares y milicianos iraquíes murieron y otros siete resultaron heridos al explotar un coche bomba mientras estaban trabajando para desactivar los explosivos del vehículo, abandonado y perteneciente al grupo yihadista Estado Islámico (EI), informaron fuentes militares iraquíes.
Una fuerza conjunta del Ejército iraquí y de la milicia progubernamental Multitud Popular encontraron el vehículo bomba en el oeste de la provincia de Ramadi, en el centro de Irak y donde el explosivo estalló cuando los equipos de ingeniería estaban desactivando los explosivos, informó en un tuit de la Célula de Información de Seguridad del Gobierno de Irak.
«Durante el proceso explotó (el vehículo), lo que provocó la muerte de un soldado y otros cinco de la 8ª Brigada de Infantería resultaron heridos, así como seis de Hashd al Ashairy murieron y otros dos combatientes resultaron heridos», apuntó la fuente.
La milicia Hashd al Ashairy está compuesta de combatientes musulmanes suníes incluidos en el paraguas de la Multitud Popular, integrada mayoritariamente por milicias chiíes, que lucha contra los yihadistas del EI.
Este incidente se produce en un momento en el que las fuerzas iraquíes continúan con sus operaciones de «limpieza» de las células activas que quedan en el centro y el oeste de Irak.
Hoy, el portavoz de las Fuerzas Armadas iraquíes, Yahia Rasul, informó de que han comenzado una operación de seguridad en la provincia de Diyala, una zona en la que el EI reivindica casi a diario operaciones contra las fuerzas de seguridad y civiles.
El Estado Islámico ocupó grandes partes de Irak y llegó casi a las puertas de Bagdad en 2014, pero tres años después fue derrotado territorialmente tras una larga ofensiva de las fuerzas iraquíes y la coalición internacional liderada por Estados Unidos.
A pesar de las derrotas territoriales del grupo yihadista en 2017 en Irak y en 2019 en Siria, el Estado Islámico sigue perpetrando ataques contra las fuerzas de seguridad y sus acciones se han incrementado significativamente en los últimos meses, en un momento que Estados Unidos está retirando casi la mitad de sus tropas en el país árabe.