El centro de la CDMX despertó este martes con leves daños y brigadas de limpieza borrando las consignas feministas pintadas por manifestantes durante la manifestación del Día Internacional de la Mujer.
El Palacio Nacional, oficina y residencia del presidente Andrés Manuel López Obrador, permanece cercado con varias filas de vallas metálicas pero ya sin rastro del gigante muro metálico que indignó a las protestantes.
Miles de mujeres marcharon el lunes por el centro de la ciudad y un grupo de ellas centró buena parte de su furia contra el gigantesco muro de metal que hizo levantar el presidente para proteger las paredes del palacio de destrozos y pintadas.
Las manifestantes lograron derribar parte del muro, criticado como un símbolo de represión, pero no pudieron pasar la segunda fila de vallas y policías que protegía la residencia presidencial.
Tres camiones de limpieza y cerca de 30 trabajadores estuvieron limpiando este lunes los centenares de mensajes pintados en el Zócalo capitalino, la céntrica plaza de la capital donde se ubica el Palacio Nacional y que fue punto neurálgico de la protesta,
Consignas como «Ni una más», «Tu valla no me detendrá» o «Narcoestado violador» todavía se podían leer en el suelo del Zócalo.
A diferencia de otros años, los destrozos fueron mínimos en los comercios y restaurantes de calles aledañas, pues ya prevenidos blindaron sus fachadas con muros de madera que fueron retirando durante la mañana de este martes.
La Catedral Metropolitana de la Ciudad de México permanece blindada con un enorme muro de metal que fue pintado durante la marcha con mensajes como «saquen sus rosarios de nuestros ovarios».
También el emblemático Palacio de Bellas Artes amaneció todavía rodeado de un muro de metal pintado con varias consignas, entre ellas «Resistimos» o «Vivas nos queremos».
México, país donde matan a más de 10 mujeres cada día, llegó al 8 de marzo en plena polémica por el nombramiento de Félix Salgado Macedonio, un político acusado de violador, como candidato en las elecciones de Guerrero por el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) de López Obrador, si bien todavía falta todavía una encuesta interna del partido que lo nombre definitivamente.
Ante la tensión, el presidente, que cuando llegó al poder en 2018 presumió de haber retirado las vallas del Palacio Nacional, hizo levantar un gigantesco muro para evitar destrozos en el inmueble.
Durante el fin de semana, mujeres convirtieron el muro en un homenaje a las víctimas de feminicidios con pintadas y flores, y en el transcurso de la marcha lograron derribar una parte.
En su conferencia de prensa matutina de este martes, López Obrador reivindicó que el Gobierno «no cayó en la trampa de la violencia», y a pesar de que policías rociaron gas irritante contra la protesta, aseguró que «no se agredió a manifestantes».
Volvió a acusar sin pruebas a la derecha de estar detrás de las protestas feministas y denunció que «fabricaron» una acusación contra Salgado Macedonio.
México registró el año pasado 967 feminicidios, 16.545 delitos de violación y un histórico de más de 260.000 llamadas de emergencia relacionadas con violencia contra la mujer.