Música, sudor, gritos de ánimo, rock en español y muchas barras para hacer diversos tipos de ejercicio son el escenario que muchos jóvenes y adultos escogen en el Valle de los mamados (musculosos), un gimnasio al aire libre en el corazón de Tepito, uno de los barrios más conflictivos de México, para lograr estabilidad física y mental.

La barra es un lugar muy saludable. Te despejas, si traes depresión o ansiedad aquí te desquitas», relata a Efe Ómar, un joven deportista.

Aquí no hay lugar para los problemas emocionales, aquí te alivianas porque te alivianas, te pones ‘mamado’ (musculoso, fuerte) y te pones bien chido (agradable). Aquí no hay espacio para las drogas», agrega.

Bajo el mando de Rodolfo, un hombre de 55 años que lleva más de 14 años acudiendo a ejercitar su cuerpo a las barras ubicadas en el Parque Calles, en el «barrio bravo» de Tepito -que aunque ocupa oficialmente unas pocas calles su extensión para los habitantes va más lejos-, hombres y mujeres de todas las edades acuden cada mañana, muchos antes de su trabajo, para mantenerse en forma y reunirse con sus amigos.

Vienen aquí a desestresarse. A quien viene le damos un adiestramiento de educación física y, si lo toman, adelante, no es como un grupo de Alcohólicos Anónimos ni nada de eso. Vienes a desarrollarte mental y físicamente y las puertas están abiertas para todo el mundo», dice el hombre, conocido como Valdés.

Junto a él, uno de los más veteranos, Mario Alberto, de 62 años cuenta que es policía y que, después de más de 50 años de acudir al parque a hacer deporte, sigue sintiendo que le ayuda a estar mejor consigo mismo y con quienes le rodean.

Llego a casa, me quito mi uniforme, vengo y me desestreso. Hasta mi familia me dice ‘vete un ratito a la barra’ (…) Esto es la mitad de nuestra vida: la familia y esto. Aquí no hay egos, quien lo hace bien, lo apoyamos, y a quien lo hace mal le decimos cómo mejorarlo», relata el policía, quien en ocasiones acude al parque con su nieta de tan solo tres años