Sudáfrica dará un giro a sus políticas sobre conservación de su fauna salvaje y prohibirá la cría de leones en cautividad destinados a la caza o a fines turísticos, como los centros que ofrecen acariciar y alimentar a felinos, muy criticadas por los conservacionistas.
«Estamos muy entusiasmados por la voluntad de transformar la conservación en Sudáfrica, por el hecho de que un aspecto del bienestar animal sea tomado en cuenta para legislar«, explicó hoy Fiona Miles, directora para Sudáfrica de la organización conservacionista internacional Four Paws.
Esta entidad y muchas otras dedicadas a la conservación animal celebran hoy el anuncio realizado este domingo por la ministra sudafricana de Medioambiente, Barbara Creecy, respecto a los planes del gobierno de adoptar las recomendaciones de un panel de expertos que trabajaba desde 2018 sobre estas controvertidas prácticas que suponen una industria millonaria en el país.
«La visión predominante es que la industria de los leones en cautividad no contribuye a la conservación y hace daño a la reputación de Sudáfrica en turismo y conservación«, anunció la ministra, que no obstante apuntó que las medidas políticas concretas conllevarán mucho trabajo.
La alta funcionaria, haciéndose eco de las recomendaciones del panel de expertos, calificó este tipo de prácticas de «inhumanas e irresponsables» y anunció que Sudáfrica deberá «reimaginar» el marco de gestión de su fauna salvaje para que sea «sostenible» y «responsable» a la vez con la economía y con el bienestar animal.
«Este es un momento para celebrar«, manifiesta Neil Greenwood, director para África del sur del Fondo Internacional para el Bienestar Animal (IFAW, por sus siglas en inglés), en un comunicado emitido hoy por esta institución.
«La cría en cautividad y la caza preparada de leones es uno de los peores abusos contra el bienestar animal de los tiempos modernos. Ha costado más de 20 años de hacer campaña y la muerte cruel de miles de leones solo por avaricia económica para que el Gobierno de Sudáfrica finalmente termine con ello«, agrega Greenwood.
Al anunciar el cambio de paradigma, la ministra Creecy advirtió, sin embargo, que las recomendaciones no impactarán la industria de la caza de especies permitidas «auténtica» (no como en el caso de los leones criados específicamente para ser dados a la caza y mantenidos en cautividad).
«Evitar la caza de leones cautivos va en interés de la auténtica caza e impulsará nuestra economía y reputación internacional de caza«, dijo.
Una industria millonaria
Según el informe The vicious cycle (El círculo vicioso) revelado en marzo pasado por Four Paws, en Sudáfrica hay más de 300 centros dedicados a la cría de leones en cautividad para su explotación comercial, turística y/o de caza, y el total de animales viviendo en estas condiciones asciende a entre 10 mil y 12 mil ejemplares en todo el país (frente a 4 mil en libertad).
Aunque muy cuestionados por los conservacionistas, este sector de la industria defiende su existencia ya que consideran que elevan el número de ejemplares en Sudáfrica, mientras descienden en el resto del mundo.
«Parece un área gris también por cómo se vende las experiencias de acariciar y alimentar a los animales a los turistas y voluntarios internacionales, que es completamente falsa. Se aparta a los cachorros de sus madres desde muy pequeños, se les habitúa a la gente y básicamente estos animales nunca podrían volver a la libertad«, apunta Miles.
Los leones son una especie en riesgo cuya población disminuyó 98 por ciento en los últimos dos siglos.
Se estima que en toda África solo quedan 22 mil 500 ejemplares salvajes.