El cohete chino Long March 5B que orbita la Tierra fuera de control desde hace varios días colisionará con la atmósfera terrestre dentro de algunas horas, momento en el que previsiblemente se desintegrará casi en su totalidad, aunque no se descarta que algunos restos puedan caer en algún lugar del planeta.

El Servicio de Vigilancia y Seguimiento Espacial de la Unión Europea (EUSST) redujo la «ventana» en la que es previsible que se produzca la reentrada del cohete en la atmósfera terrestre y fijó la hora prevista con un margen algo superior a las de seis horas (tres horas antes y tres horas después de ese momento).

El Long March 5B, que fue utilizado por China la pasada semana para lanzar al espacio uno de los módulos de su futura estación espacial, está fuera de control y describe una órbita cada vez más cercana a la Tierra, aunque todas las previsiones apuntan que se desintegrará cuando colisione con la atmósfera terrestre prácticamente en su totalidad.