El subsecretario adjunto para Asuntos Palestinos e Israelíes del Departamento de Estado de Estados Unidos, Hady Amr, llegó hoy a Tel Aviv para intentar mediar en la actual escalada bélica entre Israel y las milicias palestinas en la Franja de Gaza.
Según informó hoy la embajada de Estados Unidos en Jerusalén, la visita de Amr busca «reforzar la necesidad de trabajar en aras de una calma sostenible, reconociendo el derecho de Israel a la autodefensa«.
Además, en el comunicado difundido a través de Twitter en el que anunció la llegada del diplomático, la embajada agregó que «israelíes y palestinos merecen iguales medidas de libertad, seguridad, dignidad y prosperidad«.
La visita de Amr llega en la quinta jornada de la actual escalada de violencia en la zona, donde hoy continuó el lanzamiento de cohetes desde Gaza y los bombardeos israelíes contra objetivos del movimiento islamista Hamás, que controla el enclave.
Mientras que los disparos desde Gaza tuvieron hoy como objetivo casi exclusivamente a las comunidades israelíes colindantes y evitaron las principales ciudades del país, el Ejército israelí atacó fábricas de armas, túneles en los que se almacenaba equipamiento militar y docenas de lo que describió como «fuerzas navales» de Hamás.
La llegada del diplomático estadounidense a Tel Aviv se produce además horas después de conocerse que una delegación egipcia que se encontraba en el país recibió ayer la negativa israelí a «todas las iniciativas y mediación» para una tregua.
Tras registrarse esta madrugada la principal ofensiva israelí contra objetivos en Gaza, llevada a cabo con aviones de guerra y tanques, el primer ministro, Benjamín Netanyahu, advirtió hoy de que la operación militar contra las milicias palestinas «no ha terminado todavía«.
Desde el lunes por la tarde se han registrado al menos 122 muertes palestinas en Gaza, 31 de ellas menores, y nueve en Israel, de las cuales siete fueron por el impacto de proyectiles y dos tras caer cuando corrían hacia los refugios antiaéreos.
Además, las cifras de heridos no han parado de aumentar, y ya han superado los 900 en Gaza y los 200 en Israel.