El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, defendió hoy en Roma los bombardeos llevados a cabo este domingo por su país contra posiciones de milicias apoyadas por Irán en zonas fronterizas entre Siria e Irak y dijo que fueron «acciones de autodefensa«.

Blinken presidió este lunes en Roma una reunión de la coalición que integra a 83 países en la lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI), alianza en la que también está España, por lo que al encuentro también asistió la ministra española de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya.

Este lunes, el secretario estadounidense también fue recibido por el papa, mientras que mañana asistirá al encuentro de ministros de Exteriores del G20 en la ciudad italiana de Matera, bajo la presidencia de turno italiana.

Blinken compareció ante los medios, junto con el ministro italiano de Exteriores, Luigi Di Maio, tras la reunión de la coalición internacional contra el EI y dijo que Washington volverá a actuar de la misma manera si ve comprometidos sus intereses.

«Con las acciones asumidas ayer hemos demostrado que el presidente (Joe Biden) está dispuesto a actuar si es necesario para proteger los intereses de Estados Unidos, para proteger a los nuestros«, argumentó, al tiempo que subrayó que «estas acciones de autodefensa, para prevenir ataques, son un mensaje claro» que confía en que haya sido «comprendido por aquellos a los que va dirigido«.

Los ataques aéreos fueron contra centros de almacenamiento de armas y de operaciones, dos de ellos en Siria y uno en Irak.

Este es el segundo ataque aéreo de este tipo realizado por Estados Unidos en territorio sirio contra presuntas posiciones de las milicias proiraníes desde la llegada al poder del presidente Biden, en enero pasado.

A finales de febrero, la aviación estadounidense también realizó bombardeos en posiciones y un cargamento de armas de las milicias iraquíes respaldadas por Irán, Multitud Popular y Kataib Hezbollah.

El portavoz iraní de Exteriores, Said Jatibzadeh, acusó este lunes a Washington de seguir «un camino equivocado en la región» y «alterar la seguridad» de Medio Oriente.