La Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México informó el nacimiento de dos crías del Cóndor de California en el Zoológico de Chapultepec.
Se trata del octavo y noveno Cóndor de California que han nacido en el Zoológico de Chapultepec, resultado del programa de reproducción ex situ (fuera de su lugar de origen) de esta especie en zoológicos y que forma parte del Programa Binacional para la recuperación, reintroducción y conservación del Cóndor de California a través de un trabajo conjunto entre los gobiernos de México y los Estados Unidos.
Estas dos crías nacieron el pasado 15 de enero y el 12 de febrero de este año, respectivamente, y son atendidas y alimentadas por sus padres biológicos, que forman cada una de las dos parejas reproductivas con las que cuenta el zoológico. Las crías de cóndores pasan alrededor de cinco meses dentro de sus nidos, dependiendo totalmente de la alimentación y cuidados esmerados de sus padres y durante este tiempo empluman, para posteriormente dar sus primeros vuelos, aventurándose fuera del nido.
Las crías nacidas son monitoreadas de manera permanente por médicos veterinarios, biólogos y cuidadores de animales para asegurarse que estén recibiendo alimento y cuidados adecuados y se vayan desarrollando normalmente, e intervenir si fuera necesario, a fin de garantizar la supervivencia de estos valiosos ejemplares. En el zoológico actualmente habitan 8 cóndores de California.
Las dos crías se encuentran en excelente estado de salud y pesaron más de 8 kilos, peso que registran inclusive algunos de los adultos.
El Zoológico de Chapultepec fue la primera y hasta el momento la única institución zoológica en el mundo, fuera de los Estados Unidos, que ha reproducido a esta especie y el primero en encabezar la reintroducción a su hábitat natural, en la Sierra de San Pedro Mártir en Baja California, México, de ejemplares nacidos bajo cuidado humano.
Con el nacimiento de estas dos crías, a la fecha, los Zoológicos de la Ciudad de México han aportado nueve crías, cinco de las cuales han sido trasladadas a la Sierra de San Pedro Mártir, en Baja California, con el propósito de recuperar la población en vida silvestre en México.