Millones de personas en el sur de Angola están en riesgo de hambre severa y miles tuvieron que abandonar ya sus hogares por la grave sequía -la peor en 40 años- que atraviesa la zona, alertó este jueves Amnistía Internacional (AI).
La sequía, que persevera en la parte austral de Angola desde hace más de tres años, se ve «agravada por el cambio climático» y, según remarcó AI en un comunicado, supone una «amenaza existencial» para las comunidades de la región, muy impactadas también por las iniciativas de impulso la ganadería comercial desde que terminó la Guerra Civil (2002), que restan espacio al pastoreo tradicional.
«Como la comida y el agua son cada vez más escasos, miles (de personas) dejaron sus hogares y buscaron refugio en la vecina Namibia», señala el texto.
En palabras de Deprose Muchena, director de AI para el este y el sur de África, la población de la zona «pelea para sobrevivir» también porque «fue desposeída de amplios sectores de tierra de pastos».
«El Gobierno de Angola debe responsabilizarse por su propio rol en esta severa situación», recalca Muchena en el comunicado de AI.
Las provincias angoleñas en las que la situación es más grave son Cunene y Huíla.
«La sequía no muestra señales de amainar», lamentó la organización humanitaria.
En mayo pasado, el Programa Mundial de Alimentos estimó que en total en Angola hay unos 6 millones de personas sin acceso a suficiente comida y agua, pero la situación es especialmente grave en el sur del país.
Como consecuencia, crecen los problemas de salud y de nutrición en el país.
«La situación en el sur de Angola es un crudo recordatorio de que el cambio climático está causando ya sufrimiento y muertes», indica Muchena en el texto, donde también urge al Gobierno de Angola a tomar medidas para asistir a las comunidades en riesgo y a dejar de restar tierras de pastoreo tradicional para entregarlas a la ganadería comercial.