Al menos 77 personas han muerto en las riadas e inundaciones que afectaron tres provincias montañosas en el norte de Turquía el pasado miércoles, informó este lunes el servicio de emergencias turco Afad.

«A causa de las inundaciones 62 de nuestros ciudadanos han muerto en Kastamonu, 11 en Sinop y 1 en Bartin», señala el comunicado.

Ocho personas continúan en tratamiento hospitalario.

El ministro del Interior turco, Süleyman Soylu, declaró ayer que se habían recibido avisos de más de 70 personas desaparecidas y que los equipos de rescate continúan rastreando la zona.

Kastamonu es la provincia más afectada de Turquía, con 62 víctimas mortales, gran parte de ellas en Bozkurt, una localidad de poco más de 5.000 habitantes arrasada en la tarde del miércoles por una fuerte riada, que invadió en apenas un minuto una zona residencial en el cauce del riachuelo Ezine.

Más de 2.500 personas han sido evacuadas, mientras los equipos de Afad asisten a ciudadanos que se han quedado sin electricidad y agua desde el pasado miércoles, si bien ya solo en Sinop queda una treintena de pueblos sin servicio eléctrico.

Esta madrugada se han enviado en helicópteros generadores de electricidad a varias localidades.

Numerosos ciudadanos culpan del desastre al Gobierno de Turquía por haber permitido la construcción de núcleos residenciales en el cauce de los ríos de estas montañosas regiones y por la proliferación de centrales hidroeléctricas que agravan el impacto de las riadas.