Una tercera explosión tuvo lugar en Kabul este jueves, tras el doble atentado en el aeropuerto que dejó al menos 60 muertos y decenas de heridos hasta el momento, donde las fuerzas internacionales intentan evacuar a miles de ciudadanos afganos y extranjeros.

La tercera explosión en la ciudad fue escuchada por numerosos ciudadanos y periodistas locales, según informaron luego en las redes sociales, y ocurrió pocas horas después del ataque en el aeropuerto internacional de Kabul, aunque por el momento no hay detalles sobre la magnitud de la nueva explosión.

Al menos 12 soldados de Estados Unidos murieron y 15 resultaron heridos en el doble atentado y ataque armado horas antes, informó el jefe del Comando Central de Estados Unidos (CENTCOM), general Kenneth McKenzie.

En una rueda de prensa en el Pentágono en la que intervino, el general dijo que se trató de un atentado suicida perpetrado por miembros del EI.

Estado Islámico de Khorasán, detrás de los atentados

La rama afgana del Estado Islámico (EI), que se autodenomina Estado de Khorasán, es el principal sospechoso de los atentados suicidas registrados hoy junto al aeropuerto de Kabul, en los que han muerto decenas de personas, entre ellos al menos doce soldados de Estados Unidos.

El Gobierno de Washington considera que detrás de estos atentados está el EI, y en concreto su rama afgana, que en los últimos años ha perpetrado atentados principalmente contra la minoría chií y también se ha enfrentado a los talibanes y a las fuerzas estadounidenses, y que cuenta con cerca de 2.000 integrantes entre sus filas.

El EI emergió en Afganistán en 2015 al hacerse fuerte en diferentes puntos del país y creó su principal bastión en Nangarhar, zona fronteriza con Pakistán y clave en las comunicaciones entre los dos países.

El grupo terrorista, compuesto en gran parte por antiguos talibanes, anunció su expansión en la región de Khorasán, que históricamente comprende zonas del actual Irán, Asia Central, Afganistán y Pakistán, y empezó a perpetrar ataques contra civiles, así como contra las fuerzas estadounidenses, afganas y pakistaníes.

Al igual que en Oriente Medio y en África, el EI no respeta las delimitaciones ni denominaciones de los países, y busca conquistar y expandirse en territorios más allá de las fronteras nacionales.