La selección italiana, vigente campeona de Europa, no pudo pasar este jueves del empate (1-1) en casa ante Bulgaria, en un encuentro en el que a los de Roberto Mancini no les bastó con el talento de Federico Chiesa, autor de un sensacional gol, para doblegar al correoso conjunto búlgaro.
Un agridulce empate que no impidió al conjunto italiano igualar el récord de 35 encuentros consecutivos sin perder que logró España entre los años 2007 y 2009 y que los transalpinos podrían superar el próximo domingo en el encuentro que les enfrentará con Suiza.
Récord que la selección italiana dejó claro desde el principio que no estaba dispuesta a dejar escapar, para lo cual no dudó en alinear un once prácticamente idéntico al que se impuso el pasado mes de julio a Inglaterra en la final de la Eurocopa.
Tan sólo dos cambios presentó el técnico Roberto Mancini con la relación a la final de Wembley, ambos en defensa, donde Alessandro Florenzi sustituyó a Giovanni Di Lorenzo en el lateral derecho, mientras que Francesco Acerbi relevó a Giorgio Chiellini en el eje de la zaga.
- Donde no hubo cambios fue en ataque, donde Mancini siguió apostando por la punzante tripleta que conforman Federico Chiesa, Ciro Inmobile y Lorenzó Insigne.