El París Saint-Germain se abonó a la eficacia, a guardar la ropa ante el chaparrón del Manchester City y esperar a que los fogonazos de sus estrellas le dieran la primera victoria europea, por 2-0, que revalida el buen inicio de temporada que está protagonizando.

Un triunfo que da fe al proyecto, aunque sigue sin encontrar un buen juego y estuvo a merced de un voluntarioso pero ineficaz City, que, pese a su dominio, se encontró con un inspirado Donnarumma.

El duelo que sirvió de reencuentro entre Lionel Messi y Pep Guardiola cayó del lado del argentino, por mucho que el español pueda presumir de que su equipo mereció mejor suerte, mientras que la Pulga maquilló con su primer tanto como parisiense una prestación mediocre.

El partido rodó al ritmo asfixiante que impone el City y las estrellas parisienses, que de nuevo completaron el tridente bautizado ya como la NMM (Neymar, Mbappé, Messi), solo aparecieron a pinceladas, como les gusta a los genios.

  • El PSG se defendió como pudo y contó con un inspirado portero Donnarumma, que jugó su primer partido en la Liga de Campeones y que no hizo que el Parque de los Príncipes añorara al costarricense Keylor Navas.