Los medios de comunicación miembros de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) se mostraron este miércoles preocupados por el «entorno asfixiante» para la libertad de expresión que se observa en el continente americano, especialmente en Cuba, Venezuela y Nicaragua.
En el segundo día de la 77 Asamblea General del organismo se aludió a esos países, pero también a una tendencia hacia el autoritarismo que se observa en Gobiernos de otros países, «de un color u otro», como lo expuso el presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, Carlos Jornet, del diario argentino La voz del interior.
«Dictadores y autócratas, y dirigentes con barniz demócrata, encuentran las formas de ejercer la censura y los abusos contra los ciudadanos que alzan su voz», alertó Jornet antes del debate en torno a los informes sobre libertad de prensa en los países de América que centran la jornada de hoy de esta reunión de cuatro días en formato virtual.
La discusión sobre cómo afrontar los diversos grados de dificultad para el ejercicio de un periodismo libre en el hemisferio estuvo precedida por una charla entre Jornet y la presidenta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la chilena Antonia Urrejola Noguera, quien expresó su preocupación por la «fase crítica» en la que se encuentra Nicaragua.
En Nicaragua, la represión va a continuar
Urrejola señaló que en el país centroamericano el Gobierno del presidente Daniel Ortega y de su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, ha instaurado «un estado de excepción de facto, un estado policial», en el que las instituciones democráticas se han ido debilitando de forma progresiva a partir de las protestas de abril de 2018.
Como arma para combatir ese escenario la titular de la CIDH abogó por una presión y una respuesta coordinada de la comunidad internacional, «para dar visibilidad a lo que pasa adentro».
Tras las elecciones presidenciales del próximo 7 de noviembre, «la represión va a continuar y para la sociedad nicaragüense es importante saber que no están solos», manifestó la chilena.
La presidenta de la CIDH aludió a la resolución aprobada hoy en la Organización de Estados Americanos (OEA) en la que se pide a Nicaragua la liberación «inmediata» de los aspirantes a la Presidencia en las elecciones de noviembre próximo que están detenidos y la de los «presos políticos».
Urrejola destacó que en los últimos meses no solo se han detenido a candidatos a la Presidencia sino también a periodistas y defensores de los derechos humanos, «todos con distintas historias políticas e incluso exsandinistas». «Cualquier voz disidente está siendo criminalizada y perseguida», alertó.
La actual crisis sociopolítica estalló en 2018, cuando hubo masivas protestas contra Ortega, en el poder desde 2007 y quien buscará en los comicios generales del próximo noviembre una nueva reelección.
Tendencia hacia el autoritarismo
Ante lo que calificó como «una preocupante tendencia hacia el autoritarismo» en el hemisferio la presidenta de la CIDH pidió proteger el «espacio público para garantizar la pluralidad, que es la base de una sociedad democrática», a la vez que alertó que «el autoritarismo parte de a pocos, el estado de derecho se va deteriorando de forma paulatina».
«Nos preocupan las restricciones a la libertad de prensa que hemos visto en países como Guatemala, El Salvador y Honduras», resaltó.
Urrejola saludó el periodismo independiente que «muestra la verdad» y que en países como Cuba, Venezuela y Nicaragua es «peligroso» ejercerlo.
Precisamente, el aumento de la escalada represiva con atropellos a la libertad de prensa y agresiones físicas a reporteros de medios independientes en Cuba, Venezuela y, en menor medida, Perú, también acaparó la atención y alarma en la jornada de hoy de la asamblea.
En el caso peruano, Rodrigo Salazar Zimmermann, director ejecutivo del Consejo de la Prensa Peruana (CPP), indicó que en su país no se alcanzan todavía los niveles de Nicaragua, pero que se trata de «la peor situación para la libertad de expresión y prensa desde la caída de (Alberto) Fujimori (1990-2000)».
Criticó las limitaciones al acceso de los medios de comunicación a la información pública, la negativa del presidente y sus ministros a dar entrevistas y que no haya permitido el acceso de medios privados a actos y ceremonias públicas.
Sin embargo, pese a la «retórica agresiva contra los medios y periodistas» y la «tensión constante», no se ha producido un «empeoramiento desde el lado del Ejecutivo» de Castillo, reconoció.
Represión en Cuba y Venezuela se agudiza
Cuba es hoy, tras la protestas ciudadanas del pasado 11 de julio, un país de «muy alto riesgo para los comunicadores», destacó en un panel el cubano Henry Constantín Ferreiro, periodista de La Hora de Cuba y vicepresidente regional de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP.
A juicio de Constantín, que estuvo detenido en una unidad policial por cubrir las protestas, el «aumento de rebeldía de los cubanos» entraña un riesgo extra para los periodistas que quieren informar de las manifestaciones pacíficas que tienen lugar en la isla por el desabastecimiento y las largas colas, y que suscitaron detenciones arbitrarias y procesos sumarios.
El periodista independiente señaló que la «represión se ha agudizado» ante la convocatoria de un grupo de activistas para realizar una nueva protesta el próximo 15 de noviembre.
Miguel Henrique Otero, director del diario venezolano El Nacional, que fue expropiado y sus instalaciones tomadas por el Ejército, explicó que el periodismo independiente ha tenido que emigrar a internet, pese a que sus páginas sufren intermitentes «bloqueos» por parte del Gobierno.
Denunció una nueva práctica de intimidación del régimen venezolano que consiste en «actuar contra las familias de los periodistas» en el punto de mira del Gobierno. Es un «nivel de represión brutal» que hace «peligrosísimo el ejercicio de la profesión», sentenció.