Andrés Manuel López Obrador adelantó este martes que México propondrá un Plan Mundial de Fraternidad y Bienestar a la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para apoyar a cerca de 750 millones de personas en el mundo.
El mandatario planteó que el financiamiento del programa venga de tres fuentes: las mil personas más ricas del mundo y las mil corporaciones más importantes del planeta donarían 4 por ciento de sus fortunas al fondo.
Por otra parte, la otra vía de ayuda vendría de los países del G-20 (grupo en el que se encuentra México), que darían una cooperación de 0.2 por ciento de su PIB al proyecto.
“De cumplirse esta meta de ingresos, el fondo podría disponer anualmente de alrededor de un billón de dólares”, aseguró.
López Obrador propuso también que la ONU otorgue “certificados de solidaridad” a los contribuyentes de este fondo, y que el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) colaboren para la creación de tarjetas o monederos electrónicos que serían repartidos entre los beneficiarios del programa.
El mandatario señaló que ambas organizaciones podrían hacer un censo para definir a la población objetivo del Plan Mundial de Fraternidad y Bienestar.