El presidente de Estados Unidos, Joseph Biden, tiene previsto reinstalar la próxima semana el programa Protocolos de Protección al Migrante (MPP), conocido como «Quédate en México» y que obliga a los solicitantes de asilo en la Unión Americana a esperar el fin del trámite en territorio mexicano, informaron medios locales.
Varios medios estadounidenses, como el diario Axios y la televisión conservadora Fox News, dieron esta información citando fuentes del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en sus siglas en inglés).
La reactivación de esta estrategia llega después de una orden de un juez de Texas, que requirió la implementación del programa a raíz de una demanda planteada por los estados de Texas y Misuri, que defienden una de las políticas insignia de la administración del magnate racista Donald Trump.
El gobierno de Trump inició esa política a fines de 2019, haciendo caso omiso del trámite de ley por el cual los solicitantes de asilo pueden esperar dentro de EE.UU. la resolución de sus casos.
La principal diferencia entre el programa de Biden y el que puso en marcha Trump es que se les ofrecerá la vacuna anticovid a todos los adultos migrantes registrados en los MPP, de acuerdo con las fuentes citadas en medios estadounidenses.
A pesar de ello, se desconoce hasta ahora en qué momento del proceso los migrantes recibirán la vacuna.
Lo que sí fue confirmado por esas fuentes es que el programa se restablecerá en dos ciudades fronterizas de Texas – El Paso y Brownsville – y una de California, San Diego.
La vuelta de los MPP ha causado polémica en el país, ya que una de las primeras acciones de Biden a su llegada a la Presidencia en enero pasado fue la cancelación de los mismos.
Los estados de Texas y Misuri demandaron al Gobierno federal para que reanudara el programa y en agosto el Tribunal Supremo rechazó bloquear la decisión de una corte de menor instancia que pedía que se reactivara.
El juez que se hizo cargo del caso opinó que la orden por la que se rescindieron los MPP violó la ley federal administrativa y no tuvo en cuenta los «beneficios» del programa, entre los que citó su presunto efecto disuasorio para potenciales migrantes.
El magistrado ordenó al Gobierno del demócrata Biden restaurar el programa, al menos hasta que encuentre una forma de «rescindirlo de forma legal» y hasta que el Ejecutivo tenga la capacidad para detener a los solicitantes de asilo que, en ausencia de esa política, pueden entrar en EE.UU.