El presidente de Argentina, Alberto Fernández, reflotó la idea de que Buenos Aires deje de ser la capital del país para que lo sea otra ciudad, con el fin de reducir las fuertes desigualdades de desarrollo territoriales.

«Todos los días pienso si la ciudad capital de la Argentina no tendría que estar en un lugar distinto a Buenos Aires, y no tendría que tal vez venirse al norte para darle allí todo el potencial que genera una ciudad capital en cualquier país», dio el mandatario en un acto en la ciudad de Monteros, en la provincia norteña de Tucumán.

«¿No será hora que empecemos a tomar esos desafíos y ponernos a plantear como sociedad cómo hacerlo?», agregó Fernández durante una reunión de gabinete en el marco del programa «Capitales Alternas», que desde el inicio de su gestión lleva adelante con el fin de celebrar encuentros del Ejecutivo fuera de Buenos Aires.

No es la primera vez

Esta no es la primera vez que surge la idea de trasladar la capital de Buenos Aires a otra ciudad.

Por ejemplo, en 2014 el diputado opositor Alberto Asseff presentó un proyecto de ley para mudar la sede del Ejecutivo a Río Cuarto, en la provincia de Córdoba, y el Parlamento y la Auditoría General de la Nación a la provincia de Santa Fe.

Meses antes, el entonces presidente de la Cámara de Diputados, el oficialista Julián Domínguez -hoy Ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca-, propuso mudar la capital a Santiago del Estero.

Pero sin duda, la iniciativa más sonada se produjo en 1986, cuando el entonces presidente, Raúl Alfonsín, impulsó un proyecto para descentralizar el poder político y económico, por el que se intentó mudar la capital a la ciudad sureña de Viedma (a unos 800 kilómetros de Buenos Aires), iniciativa que finalmente no prosperó.

«Una Argentina más justa»

Según Alberto Fernández, el «federalismo» no es para su Gobierno «un discurso», sino «convocar al desarrollo integral de la Argentina»

«Y además sabemos que hay asimetrías. Está claro que en el centro del país está la riqueza del campo que permite exportar todo lo que exportamos y producir todo lo que producimos, pero en el resto del país hay otras riquezas que debemos darle el pulso necesario para que de cada provincia y lugar se haga un lugar fuerte de la Argentina, eso es el federalismo, pensar la Argentina entera», remarcó.

El presidente peronista afirmó que ya con su programa de «Capitales Alternas» se promovió con la idea de «salir de Buenos Aires, ir y escuchar, ir y ver».

«Porque primero lo que tenemos que conseguir es meter en la cabeza de cada argentino y argentina que podemos hacer una Argentina más justa, con mas equilibrios, mas equitativa, que no estamos condenados a esta desigualdad que hoy vivimos, que eso lo podemos revertir y eso depende de nosotros», agregó.