Arqueólogos del Perú encontraron seis momias preincas de infantes, de entre mil y mil 200 años de antigüedad, que fueron sepultados en aparente sacrificio junto a un personaje social importante del milenario complejo urbano de barro de Cajamarquilla, en la periferia de Lima.
«Se han encontrado los restos de seis niños envueltos en fardos funerarios cerca a la tumba de un personaje de la élite (de la época)», cuya momia ya había sido hallada el pasado noviembre, dijo el domingo el arqueólogo Pieter Van Dalen, responsable del proyecto Cajamarquilla.
«Los niños, según nuestra hipótesis de trabajo, habrían sido sacrificados para que acompañen a la momia en el camino hacia el mundo de los muertos«, subrayó Van Dalen.
Junto a las momias de los seis niños, también encontraron restos óseos de siete adultos, que a diferencia de los infantes, no estaban envueltos en fardos. El hallazgo elevó a 14 el total de restos que los investigadores de la Universidad de San Marcos han ido descubriendo desde noviembre de 2021.
El descubrimiento ocurrió cerca de la cámara funeraria de unos tres metros de largo y a una profundidad de 1.40 metros, donde en noviembre se encontró la momia de quien ahora se presume sería una persona importante.
La momia hallada a fines de noviembre de 2021 es de una persona de sexo masculino que tenía posiblemente entre 18 y 22 años en el momento de su muerte. Lucía el rostro cubierto por sus manos y estaba amarrada con soguillas.
Cajamarquilla, a 25 minutos de la capital Lima, es considerada una ciudad prehispánica de barro que pudo haber albergado entre 10 mil y 20 mil personas en un total de 167 hectáreas. Se construyó hacia el año 200 antes de Cristo y estuvo ocupada hasta el año 1500.
Con información de DW y agencias