El alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, aseguró este jueves que «ha empezado el bombardeo en algunas partes de la frontera» del este de Ucrania, pero manifestó que los países de la UE no aprobarán las sanciones contra Rusia hasta que «el nivel de intensidad de la agresión lo requiera«.
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«Hemos tenido noticias sobre una retirada de tropas (rusas), pero no hay evidencia de eso«, dijo Borrell tras una reunión de los jefes de Estado y de Gobierno de la UE para tratar la tensión en torno a Ucrania, en la que no adoptaron ninguna decisión.
«De lo que tenemos evidencia y estamos muy preocupados es sobre el aumento de los combates y fuertes bombardeos en algunas partes de la frontera, exactamente la parte que yo visité a principios de enero«, dijo Borrell, en relación a la visita que realizó a la línea de contacto en el este de Ucrania.
El jefe de la diplomacia europea dijo también que «en las últimas horas» han notado «mucha desinformación por parte de Rusia para crear una atmósfera de ataques contra rusos en esta parte de Ucrania«.
«Y si a eso añadimos que la Duma (la Cámara baja rusa) ha votado pedirle al presidente (Vladimir) Putin reconocer la independencia» de las regiones separatistas de Donetsk y Lugansk, «todo el paquete aumenta nuestras preocupaciones«, apuntó.
«Ciertamente, estamos mucho más preocupados«, dijo Borrell.
Antes de asistir a la reunión con los Veintisiete, el jefe de la diplomacia europea había estado esta mañana en la sede de la OTAN, donde los ministros de Defensa de la Alianza aseguraron ayer que Rusia ha incrementado su presencia militar en la frontera con Ucrania.
Borrell manifestó que «está preparado» para presentar «lo antes posible» a sus homólogos europeos el paquete de sanciones contra Rusia que la UE ha estado preparando con sus aliados occidentales.
«Lo haremos cuando llegue el momento, cuando el nivel de intensidad de la agresión lo requiera«, aseguró el exministro español, quien señaló también que «Europa está completamente unida» sobre las sanciones, entre las que habrá medidas financieras y energéticas.
Aumentan los combates en el Donbás
La tensión en Ucrania se agravó este jueves con el aumento de los combates en las regiones separatistas del Donbás, mientras Rusia y Occidente elevaron la disputa diplomática con la expulsión del número dos de la embajada de Estados Unidos en Moscú y la advertencia del presidente Joe Biden de que la probabilidad de una invasión rusa es «muy alta«.
El gobierno ucraniano y las milicias separatistas prorrusas apoyados por Moscú se acusaron hoy mutuamente de violar el régimen de alto el fuego en el este de Ucrania, donde se enfrentan desde hace casi ocho años en un conflicto que se ha cobrado más de 14 mil vidas.
El alto el fuego en el Donbás se lleva incumpliendo desde que se instauró en 2015 con menores o mayores incidentes.
«Es un día intranquilo en el frente. Los ataques de artillería han causado heridos entre militares y civiles y ocasionado daños en la infraestructura«, informó en su página de Facebook el jefe de la administración cívico-militar de la región de Donetsk controlada por Kiev, Pável Kirilenko.
Por su parte, las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk (RPD) y Lugansk (RPL) aseguraron que el Ejército ucraniano atacó con fuego de morteros las inmediaciones de nueve localidades bajo su control, según la agencia de los separatistas prorrusos DAN. Por su parte, el Kremlin expresó su «gran preocupación» por la escalada en la región del Donbás.
El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, aseguró este jueves que «ha empezado el bombardeo en algunas partes de la frontera» del este de Ucrania, pero manifestó que los países de la UE no aprobarán las sanciones contra Rusia hasta que «el nivel de intensidad de la agresión lo requiera«.
«Hemos tenido noticias sobre una retirada de tropas (rusas), pero no hay evidencia de eso«, dijo Borrell tras una reunión de los jefes de Estado y de Gobierno de la UE para tratar la tensión en torno a Ucrania, en la que no adoptaron ninguna decisión.
«De lo que tenemos evidencia y estamos muy preocupados es sobre el aumento de los combates y fuertes bombardeos en algunas partes de la frontera«, dijo Borrell, quien advirtió de que «en las últimas horas» han notado «mucha desinformación por parte de Rusia para crear una atmósfera de ataques contra rusos en esta parte de Ucrania«.
Explosión en una guardería
«En el momento de la explosión, los niños estaban desayunando», dice conmocionada Natalia Slessareva, de 54 años y empleada de la guardería Stanitsa Luganska, bombardeada el jueves en el este de Ucrania.
«La explosión tuvo lugar alrededor de las 09:00 de la mañana. Estaba en la lavandería. La onda expansiva me lanzó hacia la puerta. Ya no sentía el lado derecho de mi cabeza», relata a la AFP.
En la sala de deportes de la guardería, una pared está perforada por un proyectil. Los ladrillos que cayeron están ahora entre los juguetes de los niños.
En el momento de la explosión, había veinte niños en el comedor, que iban a bajar al pabellón deportivo justo después. «Si la explosión se hubiera producido 15 minutos más tarde, las consecuencias podrían haber sido catastróficas», añade Slessareva.
En tiempos normales, 57 niños suelen asistir a esta escuela, pero esta vez, la mayoría se había quedado en casa por las restricciones anti-Covid.
Stanitsa Luganska, una pequeña ciudad en la línea del frente del este de Ucrania, fue golpeada por un bombardeo el jueves. Los líderes occidentales reaccionaron indignados mientras los separatistas denunciaron una manipulación de Kiev.
Avisada por el colegio, Natalia, de 38 años, corrió a recoger a su hijo de dos años. «Nos precipitamos en el coche con mi marido para recoger al niño», dijo, sin dar su apellido.
«Tenía mucho miedo, no hay ningún refugio antibombas en esta guardería, solo paredes gruesas. Se puede ver que fueron dañadas. No logro calmarme», añadió.
Una parte de las tiendas de la ciudad permanecían cerradas tras los bombardeos por falta de electricidad.
Algunos habitantes cubrieron sus ventanas con bolsas de plástico ya que muchas fueron reventadas por las explosiones.
«Estaba tranquilo antes de Año Nuevo, pero ahora han empezado a disparar con más fuerza», observa un hombre que recoge fragmentos de vidrio en su balcón del segundo piso de un pequeño edificio.
Con información de EFE y AFP