Ocho activistas de la organización ambientalista Greenpeace inmovilizaron maquinaria que está deforestando selva para la construcción del tramo 5 del Tren Maya, que va de Cancún a Tulum.

“El trazo ha sido cambiado cuatro veces sin respetar la promesa del tren sobre el derecho de vía existente, adentrándose en la selva y sin contar con una Manifestación de Impacto Ambiental”, denunciaron.

Señalaron que los daños a la flora, la fauna y los ríos subterráneos serán irreversibles a menos que se cambie el trazo actual del Tramo 5.

Para ello, demandaron a la sociedad civil unirse a su petición para frenar las obras, a través de una recolección de firmas mediante la plataforma Actúa.

Greenpeace sostiene que sin una Manifestación de Impacto Ambiental objetiva y fundada en estudios científicos, la construcción del Tramo 5 del Tren Maya debe parar.

La falta de evaluación de impacto ambiental viola lo dispuesto en los Artículos 170 a 174 de la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente (LGEEPA) que establece la clausura temporal, parcial o total de un proyecto a instancias de la Profepa en caso de ausencia o de la no aprobación del estudio de impacto ambiental que debe ser presentado a Semarnat como requisito para llevar a cabo cualquier obra.

“Si este proyecto sigue sin considerar los impactos en el medioambiente, perderemos la riqueza natural que ha puesto a México como uno de los países más hermosos. Los cenotes que albergan vida, se destruirán. Las especies como el jaguar, símbolo de la herencia cultural maya, se quedarán sin su único hogar”, alertaron.

Los activistas, quienes están desde las 7:00 horas en el municipio de Solidaridad para denunciar la profunda devastación de la selva maya, a lo largo de 30 kilómetros, anunciaron que mantendrán su protesta toda la jornada de hoy.

Ante esto, denunciaron que la devastación se extiende en por lo menos 30 kilómetros de selva, con 60 metros de ancho; por lo que desplegaron una enorme manta con el mensaje “Protejamos la selva maya”.

Asimismo, Greenpeace indicó que habrá impactos negativos en la flora y fauna que habita la selva y que alberga a 114 especies de mamíferos terrestres, algunas con categoría de riesgo (incluidas en la NOM-059), entre ellas el jaguar, y que dependen directamente de las cuevas y cenotes para su refugio y abastecimiento.

Así como deforestación de decenas de kilómetros y cientos de miles de árboles dificultará la captación de agua hacia el manto freático.