Un policía blanco de Grand Rapids (Michigan, EE.UU.) mató a un hombre negro desarmado de un disparo en la cabeza tras un forcejeo por una parada de tráfico, según muestran los videos publicados por las autoridades en las últimas horas y que recogen medios locales.

El incidente se produjo el 4 de abril, cuando un agente detuvo el vehículo en el que viajaba Patrick Lyoya, de 26 años y originario de la República Democrática del Congo.

Después de salir del automóvil, los dos empezaron a discutir, Lyoya salió corriendo y ambos forcejearon en el suelo por el control de una pistola táser que están diseñadas para dar descargas eléctricas e inmovilizar a quien las recibe.

En un momento del forcejeo, el policía colocó la rodilla sobre la espalda de Lyoya y le disparó en la parte de atrás de la cabeza.

La Policía de Grand Rapids publicó el miércoles los cuatros videos en los que se puede contemplar lo sucedido y que incluyen imágenes grabadas por las cámaras que los policías llevan en sus uniformes, así como el video que grabó una persona que viajaba en el vehículo de Lyoya.

La Policía no ha identificado al agente implicado, que se encuentra de baja remunerada mientras se produce la investigación.

El conocido abogado defensor de los derechos civiles Ben Crump, que representa a la familia de Lyoya, ha exigido que el policía sea despedido e investigado por la vía penal.

«Este video muestra claramente que este fue un uso de fuerza innecesario, excesivo y que tuvo un final fatal para un hombre negro desarmado que estaba confundido por el encuentro y aterrorizado por su vida», afirmó Crump en un comunicado.

En el momento de la parada de tráfico, el agente preguntó a Lyoya si hablaba inglés y le pidió su carné de conducir, momento en el que comenzó la discusión.

Lyoya, que tenía dos hijas, era un refugiado de la República Democrática del Congo y había llegado a EE.UU. con su familia en 2014, huyendo de la violencia de su país de origen, explicó en un comunicado la gobernadora de Michigan, la demócrata Gretchen Whitmer.

La ciudad de Grand Rapids, a unos 230 kilómetros de Detroit, tiene unos 200.000 habitantes, de los que un 18 % son afroamericanos, de acuerdo a datos del censo.

Después de que las imágenes se hicieran públicas, cientos de personas se manifestaron frente al departamento de policía de Grand Rapids.

Estados Unidos vivió en el verano de 2020 las mayores protestas contra el racismo desde el asesinato de Martin Luther King Jr a finales de la década de 1960.

Esas manifestaciones fueron una reacción al asesinato en Mineápolis (Minesota) en mayo de 2020 del afroamericano George Floyd, asfixiado por un policía blanco.