El Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) orienta y promueve medidas que contribuyen al adecuado control del asma y favorecen la calidad de vida de los pacientes, ya que este padecimiento constituye más de 20 por ciento de las enfermedades respiratorias en México, informó el director general, Pedro Zenteno Santaella.
En el marco del Día Mundial del Asma destacó que más de 50 por ciento de casos severos se relacionan con la falta de apego al tratamiento y la persistencia de factores desencadenantes.
“En el instituto estamos involucrados con la detección y atención de pacientes con esta enfermedad, desde los médicos generales y familiares del primer nivel de atención, hasta especialistas de urgencias, pediatría, neumología, inmunología y alergia.”
De acuerdo con estadísticas de la Dirección Normativa de Prospectiva y Planeación Institucional, el instituto otorgó 397 mil 13 consultas por esta causa en el país, de enero de 2019 a la fecha.
El jefe del Servicio de Inmunología y Alergia del Hospital Regional “Lic. Adolfo López Mateos”, José Jesús López Tiro, refirió que la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que esta patología afectó a 262 millones de personas en 2019. Precisó que se trata de una enfermedad crónica, inflamatoria y multifactorial, caracterizada por la inflamación de los bronquios y la reducción del músculo que los conforma.
En el asma están involucrados componentes genéticos, ambientales, prácticas de riesgo y comorbilidades asociadas, por lo que es fundamental eliminar en lo posible los factores precipitantes, puntualizó.
Por ejemplo, afirmó: “Se han identificado más de 100 genes involucrados con el asma; padres que la padecen tienen de 37 a 57 por ciento de probabilidades de heredar la enfermedad a sus descendientes”.
En cuanto a los factores ambientales, el especialista señaló que el tabaquismo y la obesidad contribuyen a detonar asma, pueden dificultar su control e incrementar su severidad.
De ahí que, aunado al apego estricto al tratamiento, es muy importante que los pacientes que presentan estos problemas de salud los traten y eviten.
Al respecto, José Jesús López recomendó acudir a la red de Clínicas para Dejar de Fumar con las que cuenta el Issste, cuyo directorio puede ser consultado en bit.ly/3MKnc0T; si se padece obesidad o sobrepeso, se recomienda incorporar a su estilo de vida la activación física diaria y acudir a las unidades médicas para ser referidos a los servicios de nutriología, donde recibirán atención personalizada para bajar de peso de forma saludable.
La relación del asma con comorbilidades como diabetes, dermatitis atópica, alergias; entre otras, son factores que también deben tomarse en cuenta en el cuidado de pacientes que las padecen. El especialista en inmunología y alergias sugirió evitar la presencia de mascotas en casa, mantener una higiene eficiente para evitar la proliferación de ácaros en el polvo y no exponerse a lugares con alta circulación de polen.
Además, la contaminación atmosférica puede contribuir a esta enfermedad, aunque este factor sale del control directo de las personas, comentó.
“Los especialistas tenemos la obligación de evaluar y revisar que el paciente use una adecuada técnica de aplicación de los medicamentos y las dosis recomendadas, especialmente de los broncodilatadores indicados para relajar los músculos que rodean las vías aéreas y permiten que se ensanchen.”
El descontrol de esta enfermedad conlleva a que los pacientes desarrollen mayor grado de inflamación y tengan síntomas a diario, lo cual repercute en su calidad de vida, genera limitaciones en sus actividades cotidianas, escolares o laborales y, mientras no reciban tratamiento adecuado, requerirán de fármacos cada vez más fuertes, alertó el médico.
José Jesús López resaltó la importancia de que las personas estén atentas a las manifestaciones típicas del asma; por ejemplo, tos crónica, expectoración abundante, opresión en el pecho, falta de aire o silbido al exhalar.
“Si tras la primera línea de tratamiento estos signos persisten por semanas, meses o años, aunque no sean de gran intensidad, es un indicador que amerita la evaluación de un especialista que realice un diagnóstico y brinde tratamiento con el propósito de evitar el progreso de la enfermedad”, concluyó.