La policía de Uvalde tardó en reaccionar a la entrada de un joven armado con un rifle automático en la escuela de primaria. El coronel Steven McCraw, director del Departamento de Seguridad Pública de Texas, reconoció que la policía se equivocó en la respuesta a la matanza.
Los familiares de las víctimas cuestionaron desde el principio la versión oficial calificada por el Gobernador de Texas, Greg Abbott, como “una respuesta rápida” que evitó más muertes. La policía reconoce ahora que el agresor, identificado como Salvador Ramos, de 18 años, estuvo más de una hora dentro de la escuela mientras los agentes aguardaban fuera a que llegara un equipo especial.
Las llamadas de auxilio se sucedieron incluso desde el teléfono de los propios niños dentro de las aulas durante el tiroteo. Solo durante los primeros cuatro minutos, el asesino disparó 100 cartuchos.
Con la información de que dispone ahora, “fue una decisión errónea no tirar abajo la puerta de la clase” desde el principio, reconoció. El tirador se había encerrado con llave dentro de dos aulas y los policías consideraron que entrar en ese momento hubiese puesto en riesgo a los niños.
Desde 40 minutos antes de que el asesino fuera finalmente abatido por la policía, las llamadas de emergencia se repitieron desde dentro del aula. “Manden a la policía ya por favor”, fue el mensaje de una de las niñas tal y como reveló la policía hoy.
Antes incluso, los profesores y los vecinos alertaron de que Ramos se acercaba al recinto armado con un fusil. La policía llegó antes de lo que se sabía a la escuela, pero no hizo frente al asesino durante casi una hora. Ramos entró por la parte trasera de la escuela antes de encerrarse dentro. Hasta 19 agentes estuvieron en el pasillo, con el agresor dentro de la clase del otro lado de la puerta, durante unos 45 minutos.
Crecen las críticas
Las críticas hacia la actuación policial durante la masacre en una escuela primaria de Uvalde aumentaron este jueves en esta localidad de Texas (EE.UU.), donde las autoridades locales reconocieron que el atacante entró al edificio sin enfrentar oposición.
Mientras en la plaza central de Uvalde continuaban los actos solemnes en memoria de los 19 niños y dos maestras asesinados en el tiroteo del martes, a unos kilómetros de distancia, las autoridades enfrentaban cada vez más preguntas sobre su respuesta a lo ocurrido.
«Nuestro trabajo es informar sobre los hechos y tener respuestas, pero todavía no las tenemos», admitió en una rueda de prensa el director regional para el Sur de Texas del Departamento de Seguridad Pública estatal, Víctor Escalón.
La impresión de que la Policía actuó lenta o indebidamente se ha reforzado en las redes sociales y entre algunos residentes de Uvalde, sobre todo después de que las autoridades confirmaran que el atacante pasó hasta una hora atrincherado en un aula antes de ser abatido a tiros por los agentes.
En internet circulan varios videos grabados el martes en los que se ve a padres y familiares de alumnos en las inmediaciones de la escuela gritando y enfrentándose a la Policía por, a su juicio, no estar interviniendo mientras en el interior se estaba produciendo el tiroteo.
Escalón indicó este jueves que, al contrario de lo que indicaron horas antes fuentes del distrito escolar, no hubo un enfrentamiento entre un guardia de seguridad y el atacante, Salvador Ramos, cuando este entró a la escuela primaria Robb hacia las 11.40 de la mañana del martes.
«No es verdad. (Ramos) Entró a la escuela sin oposición», subrayó Escalón.
El funcionario estatal reconoció además que, «aparentemente», el cerrojo de una de las puertas de la escuela se habría encontrado abierto cuando Ramos llegó al centro, por razones que todavía se investigan.
Con información de El País y EFE