Alejandro Moreno, presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), aseguró este jueves que no dejará la dirigencia nacional del partido, pero ofreció diálogo a las voces críticas de grupos y corrientes internas.

“Siempre después de una elección hay que hacer un ejercicio de reflexión y lo estamos haciendo”, aseguró.

Comentó que “siempre hay voces en un partido diverso como el nuestro” y garantizó que se escucharán todas las opiniones al interior de la organización.

“Tenemos reuniones y están las comisiones al interior de nuestro partido. Todas las voces son importantes y necesitamos construir”, admitió.

Moreno Cárdenas -señalado por la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, de Morena, de enriquecimiento ilícito- reiteró que “las imputaciones, difamaciones y las campañas de odio son para pretender dividir a la oposición”.

El ‘derrumbe’ del PRI se agravó aún más en las elecciones del pasado domingo, en las que perdió un bastión histórico como Hidalgo (donde gobernó por más de 90 años) y volvió a ceder Oaxaca, esta vez a la coalición de Morena y aliados.

En caso de que se confirmen los resultados del 5 de junio y se confirme el triunfo de los virtuales gobernadores y gobernadoras, el PRI gobernara sin alianzas solo en dos entidades: Coahuila y Estado de México.