Durante las obras del Tren Maya en Izamal, Yucatán, la maquinaria pasó por encima de una carretera maya con más de mil años de antigüedad.
Así lo denunció Miguel Covarrubias Reyna, investigador y arqueólogo con más de 30 años de experiencia en proyectos de salvamento, quien aseguró que las obras del tren ocasionaron “un daño grave e irreversible” en esta carretera prehispánica ubicada en uno de los enclaves mayas más importantes de la Península.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), a través del doctor Manuel Pérez Rivas, responsable académico del Proyecto Arqueológico Tren Maya, respondió al respecto que, si bien es cierto que la maquinaria utilizó esta carretera maya para labores de construcción del tren, dicha vía ya estaba “impactada” desde antes de que iniciaran las obras, pues era usada por los lugareños como camino de terracería y camino agrícola.
En Izamal, hay dos carreteras mayas, que se conocen como Sacbe (que significa «camino blanco» en lengua maya). El primer Sacbe va de Izamal a las ruinas de la zona arqueológica de Aké, con dirección al oeste; este primer camino tiene 30 kilómetros de longitud y fue descubierto en los 60.
El segundo Sacbe va hacia el sur y conecta Izamal con Kantunil, tiene 13 kilómetros de largo por ocho de ancho y un metro de altura, y tiene muros de contención paralelos construidos con piedras y materiales centenarios que también son vestigios arqueológicos.
Con la llegada en 2019 del proyecto Tren Maya, el arqueólogo señaló que, tras varios cambios de trazo, la nueva ruta del tren que unirá Izamal con Cancún, en el Tramo 4, pasará por un punto del Sacbe 2, la carretera maya de 13 kilómetros que va a Kantunil.
Aunque esa no es la principal afectación, subrayó el experto. El problema es que tanto al norte como al sur del Sacbe 2 las constructoras del Tren Maya instalaron un banco de material donde arrojan desechos de la obra. Además, las máquinas utilizaron más de dos kilómetros del antiquísimo camino maya para transportar el material entre los depósitos y la obra del tren.
“Se les ocurrió utilizar el Sacbe como camino para llevar los materiales a la obra del Tren Maya. Es decir, pasaron maquinaria pesada por arriba de la calzada maya, destruyéndola y ocasionando un daño irreversible a una estructura monumental que, además, no son abundantes”, denunció Covarrubias.
La respuesta del INAH
El INAH respondió a la denuncia pública realizada por el arqueólogo Covarrubias asegurando que esa carretera maya lleva muchos años siendo utilizada como camino de terracería y camino agrícola, por lo que considera que “ya estaba impactado” desde mucho antes de las obras del tren.
“El Sacbe no se ha afectado, porque, en lugar de quitarle material, lo que hicimos fue agregarle material de protección para cuidar el camino que está debajo”, aseguró. Agregó que es un “material calcáreo” similar al tepetate.
En cuanto a por qué no se optó por abrir un camino paralelo al Sacbe milenario para evitar el paso por arriba de maquinaria, como planteó Covarrubias, Pérez Rivas dijo que eso “hubiera causado más daño”.
Con información de Animal Político