El presidente Andrés Manuel López Obrador dio a conocer esta mañana que el hallazgo del cuerpo de un hombre en Sinaloa, que correspondería a «El Chueco», aún no está confirmado. Aunque la Fiscalía de Chihuahua confirmó la muerte de Portillo Gil, el presidente de la nación reiteró que aún se hace el análisis «para no cometer ningún error».
José Noriel Portillo Gil, alias “El Chueco», es uno de los líderes del crimen organizado más temido en la zona de la Sierra Tarahumara y es cercano a Los Salazar, una organización criminal que opera en los estados de Sonora y Chihuahua y que cuenta con la protección del Cártel de Sinaloa. Portillo Gil es acusado del asesinato de dos sacerdotes jesuitas y de un guía de turistas en la comunidad de Cerocahui, Tarahumara, en el estado de Chihuahua, la tarde del 20 de junio del 2022.
Según versiones oficiales, Portillo Gil ingresó al mediodía del lunes 20 de junio a la parroquia jesuita de Cerocahui mientras perseguía a Pedro Palma, quien trabajaba como guía turístico en la Sierra Tarahumara, para ultimarlo a balazos. En el lugar, el sacerdote jesuita Joaquín Mora quiso proporcionarle el sacramento de la extremaunción, pero “El Chueco” lo acribilló junto a Javier Campos, otro sacerdote que estaba en el lugar.
Portillo Gil también habría sido responsable del ataque que sufrió la oficina en Urique de la Agencia de Investigación Estatal en 2017, y el asesinato en 2018 de Patrick Braxton-Andrew, un joven profesor estadounidense quien habría sido confundido por “El Chueco” como agente de la Administración de Control de Drogas de su país.
El supuesto cadáver de «El Chueco» fue localizado el sábado 18 de marzo en la sindicatura de Picachos, en el municipio de Choix, en los límites de Sinaloa con Chihuahua, el cual presentaba una herida por arma de fuego en la cabeza.