Andrés Manuel López Obrador, insistió en la militarización de la Guardia Nacional, un cuerpo que nació hace cuatro años como civil, y prometió que volverá a promover una reforma constitucional para trasladarla a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

«Antes de terminar mi mandato, cuando inicie el nuevo Congreso, voy a enviar una nueva reforma a la Constitución para que la Guardia Nacional siga siendo apoyada, formada y conducida por la Sedena, porque eso es lo mejor para nuestro pueblo, para garantizar la paz y la tranquilidad», dijo en su intervención en el acto de aniversario en el Campo Marte de la capital mexicana.

La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) invalidó el pasado 18 de abril la reforma legal de López Obrador que transfería el control operativo y administrativo de la Guardia Nacional al Ejército, al considerarla inconstitucional.

El mandatario creó la Guardia Nacional en 2019 para sustituir a la extinta Policía Federal y desde entonces ha recibido críticas por su carácter militar, tanto en el fondo como en la forma, y sus repetidas violaciones de derechos humanos mientras están a cargo de la seguridad pública en todo el país.

«No quiero que con el paso del tiempos se eche a perder esta institución, como sucedió con la Policía Federal al depender de civiles ambiciosos, deshonestos, desleales al pueblo. Quiero que se mantenga la disciplina, la lealtad, la rectitud, la honestidad, y solo se puede garantizar si forma parte de la Sedena», insistió el mandatario, quien también es comandante supremo de las Fuerzas Armadas mexicanas.

Los cuatro años que la Guardia Nacional ha patrullado las calles, subrayó López Obrador, han permitido avanzar para «garantizar la paz y seguridad», algo que se antojó complejo por «las décadas de desatención y complicidades entre autoridades y delincuencia».

Actualmente, el cuerpo de formación militar cuenta con 128.000 efectivos y se espera que se amplié hasta los 160.000 antes de que acabe el próximo año.