Hace unos minutos, en «Venga la alegría» reportaron que Ricardo Casares sufrió un infarto por la mañana, momentos antes de que diera inicio la emisión del matutino, luego de que presentara una fuerte molestia que, en el hospital, se identificó que fue propiciada por una arteria tapada. El conductor de espectáculos ya fue intervenido y, según reportan, ya está fuera de peligro.

Esta mañana, cuando Flor Rubio presentó la sección «La zona de espectáculos», sorprendió la ausencia del periodista, que fue sustituido por Carlos Quirarte.

En ese momento, la periodista indicó que Casares no se había presentado un problema de salud. Sin embargo, no dio ningún detalle sobre lo que había ocurrido. No fue sino hasta hace unos minutos, a poco de que acabara la emisión del programa que Sergio Sepúlveda y Patricio Borghetti ahondaron en la situación.

«El show debe continuar pero ha sido muy difícil esta mañana para nosotros por una situación con nuestro Ricky Casares», dijo Pato para, luego, cederle la palabra a Sepúlveda que, antes que nada aclaró que el conductor se encontraba bien.

«Se encuentra bien, pero sí tuvimos un susto importante, muy temprano cuando llegamos aquí al canal, un poquito antes de las ocho de la mañana, él presentó un dolor muy intenso en el pecho», expresó.

Sergio dijo que él creyó que podía tratarse de algún otro molestar, como el reflujo, ya que es un padecimiento que manifiestan varios de sus compañeras y compañeros por las mañanas. Sin embargo, Ricardo fue muy intuitivo a la hora de reconocer qué era lo que estaba causándole dolor.

«Llegó muy temprano como siempre lo hace, se sintió mal, sintió un fuerte dolor en el pecho, en el centro del pecho, los que estuvimos cerca de él lo notamos y, en la ignorancia o en la suposición, nosotros le dijimos, incluso yo le dije: ´-¿No será algo del estómago, del esófago?´, pero él nos refería que era un dolor importante y que no», detalló.

Mientras identificaban qué podía haber producido la molestia en Casares, la producción del programa ya se había puesto en contacto con los paramédicos, pero fue la propia producción quien se encargó de trasladarlo con inmediatez al hospital más cercano, pues temían que el tiempo siguiera transcurriendo.

Por su parte, Tabata Jalil se puso en contacto con un cardiólogo de su confianza que fue quien esperaba a Ricardo a su llegada al hospital.

«Para no dejar duda o lugar a especulaciones, el diagnóstico de Ricardo fue un infarto, lo que nos dijeron los primeros reportes del médico es que tuvo una arteria tapada, entonces se le practicó un cateterismo», explicó Sepúlveda.

Este procedimiento tuvo una duración de alrededor de dos horas.

«Insistimos, en este momento, Ricardo Casares está bien en el hospital y sigue en observación», precisó.

Otro de los pormenores que revelaron fue que el conductor se encuentra en compañía de su madre, padre y hermana y que no podrá recibir visitas, sino hasta dentro de tres días, lo que sugeriría que Casares seguirá en observación, pese a que la intervención a la que fue sometido fue exitosa.

«Una mañana muy difícil, cuando un amigo tan querido como Ricky, corre peligro su vida… fue un cimbronazo tremendo para todo el equipo», destacó Pato.

De hecho, el argentino indicó que, a su parecer, Ricardo fue «su propio héroe», pues fue él quien detectó con rapidez que estaba ocurriéndole algo que requería atención médica inmediata.