El jurado encargado de determinar en Nueva York la culpabilidad del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, por falsificar documentos para silenciar a una actriz porno y proteger su carrera presidencial en 2016, volvió a escuchar este jueves testimonios clave del caso y las instrucciones del juez antes empezar su segundo día de deliberaciones.

Trump, que está obligado a permanecer en la planta decimoquinta del Tribunal Penal de Manhattan mientras que el jurado delibera, habló a la prensa antes de entrar este jueves a la sala: “Hoy es un día muy triste para Estados Unidos”.

De ser declarado culpable, el magnate podría ser sentenciado a libertad condicional o a hasta cuatro años de prisión. Este sería el peor escenario para Trump, quien se convertiría en el primer candidato de un partido importante que se postula a la presidencia con un registro judicial como delincuente. Además, no podría votar en las elecciones.

En todo caso, si Trump es declarado culpable, probablemente pasarán varias semanas o meses hasta que sea sentenciado por el juez, periodo en el que probablemente sería liberado bajo fianza, ya que sería un delincuente por primera vez de un delito no violento.

 

Jurado vuelve a escuchar conversaciones telefónicas

El miércoles, tras más de cuatro horas meditando sobre el caso, el jurado envió al juez dos solicitudes para volver a escuchar sus instrucciones y revisar cuatro testimonios relacionados con David Pecker, un exeditor que ayudó a ocultar historias perjudiciales para el magnate, y con Michael Cohen, exabogado y mano derecha de Trump.

Como el jurado, compuesto por siete hombres y cinco mujeres, no puede tener acceso a la transcripción de esos testimonios, dos taquígrafas judiciales fueron las encargadas de leerlos en voz alta, imitando la conversación entre los testigos y los abogados, tal y como se escuchó en la sala hace semanas.

En concreto, los jurados escucharon dos testimonios de Pecker, uno sobre una conversación telefónica con Trump en junio de 2016, en la cual el magnate reconoció que conocía a Karen McDougal, exmodelo de Playboy que supuestamente tuvo una ventura sentimental con el precandidato republicano.

Y otro sobre cómo Pecker decidió no cobrarle a Trump por su acuerdo de silencio con McDougal, así como sobre una reunión en la Torre Trump.

Mientras que el testimonio de Cohen que volvieron a escuchar también era sobre la misma reunión con el expresidente en el rascacielos con su nombre de la Quinta avenida de Nueva York.

Para que los jurados declaren a Trump por unanimidad culpable de los 34 cargos por delitos graves de falsificación de registros comerciales, deben llegar a la conclusión no sólo de que Trump falsificó o gestionó la falsificación de registros comerciales “con la intención de defraudar”, sino también de que lo hizo para ocultar otro delito.

El jurado de 12 miembros debe ser unánime cuando se trata de determinar si el magnate es culpable o no de cada cargo específico de falsificación de registros comerciales, y si lo hizo en un esfuerzo por impactar ilegalmente una elección, anotó en sus instrucciones el juez.

En el caso de que el jurado no sea capaz de llegar a un veredicto unánime, el juez puede declarar el juicio nulo.