En la madrugada del miércoles 14 de agosto, el exgobernador de Puebla, Mario Marín Torres, dejó el penal de máxima seguridad del Altiplano para cumplir su proceso en prisión domiciliaria. Marín Torres está acusado de tortura en contra de la periodista Lydia Cacho.

El expriista fue trasladado en una ambulancia de la Guardia Nacional desde el penal ubicado en el Estado de México hasta su domicilio en el fraccionamiento San Ángel, en la colonia Xilotzingo, ciudad de Puebla. Tres patrullas lo escoltaron durante el trayecto.

Las nuevas medidas cautelares impuestas por autoridades judiciales de Quintana Roo incluyen la prohibición de salir del estado de Puebla y del país, la exhibición de una garantía económica de cien mil pesos y la prohibición de acercarse a la víctima, Lydia Cacho. Además, Marín deberá portar un brazalete electrónico.

Mario Marín Torres había estado en el penal del Altiplano por casi tres años y medio. La modificación de sus medidas cautelares a arresto domiciliario refleja un cambio significativo en su situación legal. La acusación en su contra se centra en haber ordenado la tortura de Lydia Cacho, quien reveló una red de pornografía infantil en su libro Los Demonios del Edén.