Israel está a la caza de todos los líderes de Hezbolá, y mantiene sus ataques sobre los suburbios de Beirut, mientras Irán advirtió que si los israelíes atacan, responderán destruyendo la infraestructura energética israelí.
Hasta ahora, el ejército israelí ha dicho que sus militares mataron a 250 combatientes del movimiento islamista Hezbolá desde el inicio de la incursión terrestre en el sur de Líbano, el martes. Además, señaló que más de 2 mil objetivos militares han sido atacados.
El ataque contra el campo de refugiados de Beddawi, cerca de la ciudad norteña de Trípoli, mató a un dirigente del ala militar de Hamás, además de a su esposa y a sus hijas pequeñas, explicó el grupo insurgente palestino en un comunicado. Hamas informó posteriormente que otro miembro de su ala militar murió en un ataque israelí en el valle de Bekaa, en el este de Líbano.
Las fuerzas israelíes afirman que han matado a varios oficiales del ala militar de Hamás en Líbano, donde la intensidad de los combates ha aumentado en las últimas semanas. Israel ha matado a varios oficiales de Hamas en el lugar desde el inicio de la guerra contra el grupo insurgente, además de a la mayoría de los líderes principales del grupo político-paramilitar Hezbollah.
Columnas de humo dominaban el horizonte de los poblados suburbios del sur de Beirut, donde Hezbollah tiene una fuerte presencia. Israel afirma que sus ataques están dirigidos a los comandantes y al equipo militar de Hezbollah, y que su objetivo es alejar al grupo de la frontera mutua.
Unas 1.400 personas, incluyendo combatientes de Hezbollah y civiles, han muerto y alrededor de 1,2 millones han tenido que abandonar sus hogares en menos de dos semanas.
Hezbollah, la fuerza armada más poderosa del Líbano que, además, cuenta con el respaldo de Irán, comenzó a lanzar cohetes contra Israel casi inmediatamente después del ataque perpetrado por Hamás el 7 de octubre, afirmando que era una muestra de apoyo a los palestinos. Hezbollah y el ejército israelí han intercambiado fuego casi a diario.
La semana pasada, Israel puso en marcha lo que denominó una operación limitada por tierra en el sur de Líbano, tras una serie de ataques en los que murieron el líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, y otras personas. Nueve soldados israelíes han muerto en los intensos enfrentamientos en tierra en los que, según Israel, han sido abatidos 250 combatientes de Hezbollah.
El ejército israelí reportó el sábado que se habían disparado unos 90 proyectiles desde Líbano hacia territorio israelí. La mayoría de ellos fueron interceptados, pero algunos cayeron en la ciudad árabe de Deir al-Asad, en el norte del país, donde tres personas sufrieron heridas leves, informó la policía.
El ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Abbas Araghchi, dijo a reporteros en Damasco que “tratamos de lograr un cese al fuego en Gaza y Líbano”. El ministro no mencionó a los países que han presentado iniciativas, y dijo que entre ellos hay estados de la región y algunos que no son de Oriente Medio.
Araghchi hizo estas declaraciones un día después de que el líder supremo de Irán elogiara los recientes ataques con misiles de ese país contra Israel, y dijera que la nación está preparada para volverlo a hacer si es necesario.
Al menos seis personas fallecieron en más de una docena de ataques israelíes en la noche y la madrugada del sábado, según la Agencia Nacional de Noticias, la agencia noticiosa estatal libanesa.
En menos de dos semanas, cerca de 375.000 personas han cruzado de Líbano a Siria, huyendo de los ataques israelíes, de acuerdo con una comisión del gobierno libanés.
Periodistas de The Associated Press pudieron ver a miles de personas atravesando a pie el Cruce Fronterizo de Masnaa, aún cuando los ataques aéreos israelíes del jueves dejaron enormes cráteres en la carretera que conduce hacia el lugar. Se cree que gran parte del armamento de Hezbollah proviene de Irán a través de Siria.
El ejército israelí dijo que sus fuerzas especiales llevaban a cabo ataques terrestres selectivos contra infraestructura de Hezbollah en el sur de Líbano y que destruyeron misiles, plataformas de lanzamiento, torres de vigilancia e instalaciones de almacenamiento de armas. Además, desmantelaron pozos de túneles empleados por el grupo armado para acercarse a la frontera israelí.
Autoridades médicas palestinas dijeron que los ataques israelíes realizados el sábado en el norte y el centro de Gaza provocaron la muerte de al menos nueve personas.
Uno de los ataques alcanzó a un grupo de personas en la localidad norteña de Beit Hanoun y mató al menos a cinco, incluyendo dos niños, según el Ministerio de Salud de Gaza. El otro golpeó una vivenda en el norte del campo de refugiados de Nuseirat y causó al menos cuatro fallecidos, de acuerdo con el hospital Awda.
El ejército israelí, que no realizó comentarios de inmediato sobre el incidente, suele acusar a Hamás de operar desde zonas con una densa población civil.
Un ataque aéreo israelí provocó la muerte de dos niños en el vecindario de Zaytoun en la Ciudad de Gaza, según el grupo de rescatistas de protección civil que opera bajo el gobierno controlado por Hamás.
Israel advirtió a los palestinos que evacúen las inmediaciones del estratégico corredor de Netzarim, en el centro del sitiado enclave, que fue uno de los principales obstáculos para alcanzar un alto el fuego al principio del verano. El ejército ordenó a los residentes en los campos de Nuseirat y Bureij que se marchen a Muwasi, una zona costera que designó como zona humanitaria.
Se desconoce cuántos palestinos residen en las zonas señaladas.
Desde el inicio de la guerra, hace casi un año, cerca de 42.000 palestinos han perdido la vida en Gaza, según el Ministerio de Salud palestino, cuyo conteo no distingue entre víctimas civiles y combatientes. Casi 90% de los residentes de Gaza ha sido desplazados en medio de una destrucción generalizada.